Belem es uno de los barrios más concurridos de la ciudad de Lisboa, por lo que si estamos en uno de los hoteles en Lisboa, no podemos dejar de visitar este lugar paradigmático si queremos ver todo aquello relacionado con los “descubrimientos”. Desde la playa de este barrio partió la expedición de Vasco de Gama en busca de la ruta marítima hacia la India.
Como uno de los emblemas del barrio y de la ciudad podemos encontrar el Monasterio de los Jerónimos, comenzado a construir en 1501 y acabado un siglo más tarde. Levantado en la gran plaza del Imperio, el monumento es un bello ejemplar de los estilos arquitectónicos renacentista y gótico tardío. A estos elementos arquitectónicos se unieron diversos motivos religiosos, náutivos y naturalistas, por lo que como acabado quedó uno de los más bellos y espléndidos monumentos de Lisboa. Como no podía ser de otra forma, está reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO.
En las alas del monasterio podemos visitar por un lado el Museo de la Marina, dedicado a todos aquellos interesados en la historia náutica portuguesa y por otro lado el Museo de Arqueología.
Si estamos por estos lares, también merece la pena visitar la iglesia del Monasterio, a saber, la Iglesia de Santa María de Belém, un gran templo de tres naves que se sostiene por hermosos pilares que se articulan con una bella bóveda ojival. La luminosidad es característica de este monumento, su culpable los rayos de sol que traspasan las extraordinarias vidrieras creando un ambiente que supera la realidad.
Aquí podemos encontrar las tumbas del poeta épico Luis de Camoes y del navegante Vasco de Gama.
Otro lugar a visitar en Belém es la Torre de Belém, levantada en el siglo XVI por Francisco Arruda. Esta torre ostenta la primera representación escultórica de un animal africano, en concreto de un rinoceronte.
Pero no sólo podemos visitar el conjunto del monasteio y la iglesia o la Torre de Belém, sino que si vamos a Portugal haremos bien en estar de visita un par de días en este barrio, donde se concentran la gran parte de los atractivos históricos y artísticos de la capital portuguesa.
Foto Vía: Osvaldo Gago