Bolivia no es un país especialmente preparado para el turismo. Eso le da un toque de autenticidad que podemos aprovechar de ver en algún outlet de viajes que últimamente están saliendo en diversos medios.
Uno de los lugares que de Bolívia podemos visitar es Sucre, capital del departamento de Chuquiasca y una de las ciudades más importantes del país sudamericano. Históricamente, la ciudad posee una importancia de primer nivel para el país, ya que aquí se firmó el Acta de la Independencia del dominio español el año 1825.
Uno de los atractivos principales de esta ciudad es su Catedral Metropolitana, construcción que comenzó a levantarse en el año 1559 y acabó dos siglos más tarde en 1712. Comenzado al estilo renacentista en su arquitectura también se pueden apreciar los estilos barrocos y el particular barroco mestizo. Hoy día el templo cuenta con tres naves principales.
El Altar Mayor es quizás el más espectacular, ya que su construcción de estilo greco-romano posee una cúpula que se corona por la conocida Cruz de Carabuco, adornada con plata y cuyo origen se remonta a un poblado cercano al lago Titicaca. Detrás del altar podremos ver la sillería del Coro de Canónigos, hecho al estilo plateresco.
Otra de las construcciones religiosas más interesantes es la Capilla de la Virgen de Guadalupe, levantado por orden del religioso Fray Gerónimo Méndez de la Piedra en el lejano año de 1617. Este lugar acoge la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, pintada por otro religioso, Fray Diego de Ocaña años antes, en 1601. Es una de las muestras del culto popular de Bolívia, ya que la imagen se ha ido ornamentando con diferentes joyas. En el año 1748 este lienzo fue reforzado con oro y plata que representa el manto de la Virgen y se dejó la pintura original en el rostro y en el niño.
En fin, Bolivia es uno de los países más misteriosos de América Latina, país en el que la religión ha jugado un papel fundamental y ello se ve en los diferentes atractivos monumentales de origen religioso que aún se conservan.
Foto Vía: Adam Jones