Madeira, la isla portuguesa ubicada en medio del Atlántico, es seguramente la atracción turística más importante de Portugal. Si vamos de vacaciones Madeira, tenemos que saber que nada tiene que ver con el Portugal continental, ya que su ubicación es su principal valor. Por hacer una comparación, y asumiendo que las comparaciones siempre son odiosas, podemos decir que Madeira a Portugal es lo que las Islas Canarias a España, el lugar exótico del país.
Dentro de Madeira hay decenas de lugares interesantes que visitar. Hoy nos vamos a centrar en un lugar llamado Monte, una pequeña localidad levantada en las colinas que dominan Funchal, la capital de Madeira. Monte se ubica tan sólo a 6 kilómetros del centro de la capital, por lo que puede ser una buena visita de medio día si nos alojamos en Funchal.
Su principal característica, lo que lo define, es que fue un antiguo sanatorio para la burguesía y nobleza de toda Europa. Así, uno de sus mayores encantos, por desgracia hoy día desaparecido, fue el ferrocarril que unía la localidad con la capital. Su desaparición se debe a que el acero de sus vías debió de destinarse para la industria de guerra de la Segunda Guerra Mundial, por lo cual se desmanteló y dejo de prestar servicio el tren. No obstante, aún puede saborearse algo de aquel encanto, ya que en la falda de las colinas nos encontraremos con la estación original del tren.
Si vamos a Monte el día de fiesta de la Asunción de la Virgen, en pleno agosto, el lugar nos sorprenderá. Es increíble cuanta cantidad de gente sube desde la capital y sus alrededores a homenajear a la Virgen de Monte, por lo que es una de las fiestas religiosas de la isla que más vale la pena visitar.
Por último, una última razón para visitar este hermoso enclave es una curiosidad histórica. Después de abdicar durante la Primera Guerra Mundial, el emperador Carlos I de Austria, de la conocida Casa Habsburgo-Lorena, se exilió en esta isla y concretamente se hospedó en la «Quinta do Monte«. No obstante, parece que el exilio no le sentó bien y a los seis meses de llegar a la isla falleció de una neumonía. El ex-monarca fue enterrado allí mismo, concretamente en la iglesia de Nossa Senhora do Monte.
Foto Vía: anybookers