Zamora, un museo del románico al aire libre

Zamora

Declarada Conjunto Histórico Artístico desde 1973, se podría decir que Zamora es un museo románico al aire libre. Difícil encontrar en Europa una ciudad que albergue tantos edificios de este estilo. Situada a orillas del río Duero, pasear por sus calles y plazas es ir descubriendo un itinerario de templos, casonas y palacios de notable valor artístico.

Os recomendaría reservar vuestros hoteles en Zamora baratos en el mismo centro histórico de la ciudad para disfrutar mucho más de la visita. La podemos comenzar en el puente de piedra del siglo XII que se alza sobre el Duero, que sirve de puerta de entrada al casco viejo. Abrigados por las viejas murallas de los siglos IX al XIII, encontraremos los principales edificios de Zamora. Es como volver a la Edad Media sin necesidad de máquina del tiempo.

Arcos, puertas y torres se desgajan de las murallas, sobresaliendo el Portillo de la Traición, la Puerta de Doña Urraca o la del Obispo junto a la Casa del Cid del siglo XII. En este recorrido nos sale al paso la Catedral de Zamora, construida en el siglo XII, y de la que destaca especialmente su cimborrio y la portada del Obispo. Si pasamos al interior visitaremos la sillería del coro, la Capilla Mayor y el Museo Catedralicio, en cuya colección encontramos una magnífica selección de tapices flamencos.

La ruta románica por Zamora se puede iniciar en la Iglesia de San Isidro, del siglo XII, para continuar con la Iglesia de San Ildefonso, también del XII, la de la Magdalena, que cuenta con una de las portadas más bonitas de la ciudad, o la Iglesia de Santa María la Nueva, de mediados del XII. Ya que estáis en esta última podéis pasar a conocer el Museo de la Semana Santa, situado junto al templo. En Zamora se celebra una de las mejores de España, sin duda.

Pero hay más iglesias románicas en Zamora. No pueden faltar en nuestra lista la Iglesia de San Cipriano, la de Santa Lucía en la plaza del mismo nombre, la de San Juan de Puerta Nueva frente al Ayuntamiento Viejo de la Plaza Mayor y la Iglesia de San Vicente. A estos monumentos hay que añadirles visitas culturales como el Museo Provincial, situado muy cerca del Puente de Piedra, o el Museo Etnográfico de Castilla y León.

Lo mejor es perderse por las calles y plazas de Zamora, saboreando el encanto de una ciudad que no ha perdido la esencia de su estilo. Relajada y agradable, Zamora es todo un museo del románico.

Foto Vía Pllanos Wikispaces