Pese a ser una ciudad relativamente desconocida en el ámbito turístico, la ciudad de Vigo posee innumerables atractivos para el visitante. Galicia está, hoy en día, muy bien comunicada, gracias en parte a la existencia de vuelos económicos que la hacen accesible desde cualquier lugar de la Península, así que merece la pena acercarse hasta esta ciudad, en su día dedicada a la pesca y la construcción naval, y que hoy nos ofrece la posibilidad de descubrir sus encantos, íntimamente ligados al mar.
Vigo es la ciudad más poblada de la región, con 300.000 habitantes y ha sido el puerto de partida de miles de emigrantes a lo largo de su corta historia. Situada en la Ría del mismo nombre, de gran belleza paisajística, está rodeada de pintorescas villas marineras, preciosas playas y espacios naturales de interés. Presidida por el Monte de O Castro y el Monte de A Guía, su casco histórico nos ofrece panorámicas de gran belleza, con la Ría como principal protagonista.
Un recorrido por la ciudad debe empezar, sin duda, por el Barrio Histórico, en el que podemos disfrutar de sus estrechas callejuelas empedradas y puntos de interés como la Farola de Urzáiz, punto de encuentro de los vigueses, el Museo de Arte Contémporáneo, la calle peatonal Príncipe o la Porta do Sol y El Sireno, una curiosa escultura que simboliza la unión de la ciudad con el mar.
No puede faltar una visita a los innumerables establecimientos que ofrecen los excelentes pescados y mariscos de la Ría, tras lo cual podemos recorrer el Ensanche, el Parque de El Castro y el de Castrelos, donde se encuentra el Pazo Quiñones de León. En cualquier punto de nuestro recorrido, además, la ciudad tiene una variada oferta comercial que hará las delicias de los más aficionados a las compras.
Foto: ecmorgan