Las Islas Baleares se consideran afortunadas por sus encantos y estar bañadas por las aguas más bellas del mediterránea. Son duda, Mallorca es una de las más conocidas. Una isla que se llena de turistas en épocas estivales.
Aunque cada vez es más visitada en cualquier época del año, ya que los viajes a Mallorca nos ofrecen relax y descanso. Sus playas son fantásticas e invitan a pasear y a bañarnos en ellas si el sol hace presencia.
Pero en Palma de Mallorca destaca su puerto deportivo, uno de los más importantes por la presencia de familia real en verano y yates de gran envergadura. La actividad del puerto y el club náutico es imparable y acoge actos nacionales e internacionales que acoge a deportistas de élite.
Para hacer algo de turismo, nada mejor que subir a la catedral, que está junto al mar y desde la que podemos ver impresionantes vistas al ciudad, la había y la playa. En las calles de alrededor de la catedral son numerosas las tiendas de artesanía y los restaurantes donde saborear rica cocina balear.
Disfrutaremos con la sobrasada, los quesos de Mahón, los pescados y maricos, las sopas y los dulces en forma de ensaimadas. Los vinos también son reconocidos.
En la visita no podemos perdernos el castillo de Bellver, una fortaleza imponente bastante típica de las islas que servía defensa de los enemigos que venían por el mar durante la Edad Media.
Los palacetes señoriales son otros de los atractivos de la ciudad. Y en las afueras, tales palacios se han convertido en casas y restaurantes que acogen eventos o cenas en grupo con piscinas y una arquitectura fina con maderas y otros materiales nobles.
La noche en Palma tiene mucho que ofrecernos pues, además de ver los barcos y subir en ellos, siempre podemos recorrer sus discotecas en el paseo marítimo.
Foto: mistyanddavid