La magia de un país como Bután explota completamente con la celebración de sus dos grandes festivales, el Tsechu y el Dromchoe. La expresión visual, el colorido, la algarabía y las tradiciones de estos eventos hace que nos sintamos por unos días en el centro del mundo.
En realidad, los festivales de Tsechu y Dromchoe se componen especialmente de danzas y bailes que realizan los monjes y las personas laicas. Durante el baile visten máscaras de los dioses o las personas que representan. Tsechu conmemora al gran Gurú Rinpoché, quien introdujo el budismo en el Tibet, mientras que Dromchoe recuerda a Yeshe Gonpo y Palden Lhamo, dioses protectores de Bután.
Ambas fiestas se llevan a cabo en los templos y pueblos de Bután, y duran unos tres o cuatro días. El primer día de fiesta se dedica a las ceremonias y las oraciones dentro del templo principal, mientras que los días posteriores es cuando se llevan a cabo los bailes con máscaras.
Tsechu es la fiesta religiosa más popular, y suele llevarse a cabo en primavera o en otoño. La noche anterior a la fiesta ya suenan en los valles de Bután los platillos y tambores. Es una fiesta que os ofrecerá la oportunidad de conocer la tradición religiosa de Bután y la posibilidad de entrar en algunos templos que en otro momento del año no podríais visitar.
Los trajes de los bailarines son espectaculares, hechos de seda brillante y ricos brocados. Usan sombreros adornados y máscaras que pueden representar animales, calaveras, dioses horribles o manifestaciones de Gurú Rinpoché. Cada fiesta termina con una representación a Buda antes del amanecer del último día.
Es increíble ver como toda la gente de los distintos pueblos se echa a las calles. Gente de todas clases sociales que viste sus mejores trajes y luece sus mejores joyas. Es el mejor momento para encontrarse con los amigos y disfrutar de varios días sin trabajar. Las calles se llenan de puestos de artesanía, ropas, alimentos…
Sin embargo para los habitantes de Bután el asistir a estas fiestas también tiene otra serie de significados. Ellos creen que participando serán recompensados con buenas cosechas, buena salud, prosperidad y bienestar. Si tenéis la oportunidad no faltéis a las fiestas en lugares como Paro, en abril, Punakha, Wangdue, Timphu, en septiembre, o el Valle de Bumthang.
Foto Vía Gyaltsabrinpoche