De todos es sabido que la Gran Muralla China es el sistema defensivo más grande del mundo, uno de esos destinos turísticos que cualquiera daría lo que fuera por conocer, ¿no?. Pero, ¿os habéis planteado alguna vez cuál es la segunda muralla más larga del mundo?. La tenemos un poco más cerca…
Concretamente se encuentra en la ciudad croata de Ston, situada unos 55 kilómetros al norte de Dubrovnik. Se trata del segundo sistema de defensa más grande del mundo, y el primero de Europa. ¿Alguna vez habíais oído hablar de ella?. Yo nunca, hasta que no fui con mis vuelos a Dubrovnik e hice una excursión desde la ciudad.
Y a decir verdad, a pesar de su grandeza y su importancia histórica, no son muchos los turistas que se dejan ver por aquí. La mayoría se quedan en Dubrovnik, y con la belleza de aquella ciudad ya no se plantean hacer una excursión hasta aquí. Pero os puedo asegurar que merece mucho la pena aventurarse.
Ston es un pueblo pequeñito, a decir verdad, rodeado de sus increíbles murallas. Fueron construidas en el siglo XIV y su longitud es de cinco kilómetros y medio. Cuando se construyeron estaban fuertemente fortificadas. Fijaros que en esos cinco kilómetros hay hasta treinta torres rectangulares. Había que proteger la costa de Dubrovnik y el comercio de la sal de la zona.
A pesar de sus siglos de historia se conservan en un estado fantástico. Eso facilita que las podamos recorrer, empezando desde el pueblo de Ston y haciendo el camino por la montaña.
Serán más de cinco kilómetros cuesta arriba, eso sí, por lo que llevaros agua y algo de alimento para reponer fuerzas. En algunos tramos se hace un poco agotador, pero podéis ir parando y echando fotos, ya que las vistas son fascinantes. En la cima se halla la Fortaleza de Pozvizd, desde la que se tiene una panorámica de la bahía maravillosa.
Ya que estáis en Ston y habéis visitado sus murallas, lo mejor es bajar nuevamente al pueblo y terminar en alguno de sus bares probando sus ostras. Dicen los croatas que las ostras de Ston son las mejores del mundo. Habrá que probarlas, ¿no?.
Foto Vía Welcome to Croatia