Si estamos en uno de los hoteles en Ibiza, seguramente habremos llegado a la isla con la idea de pasar un tiempo de relajación bajo el sol y en playa. Pero este plan puede aburrir a más de una persona, por lo que si nos gusta conocer rincones y curiosidades de los lugares que visitamos a continuación os enseñamos uno que demuestra la larga historia de esta isla balear.
Se trata del asentamiento fenicio de Sa Caleta. Ubicado en la costa sur-suroeste de Ibiza, Sa Caleta es un pequeño puerto con casetas varadero y barcas de pesca amarradas. En esta península, los fenicios que seguramente provenían de la península ibérica se fueron instalando poco a poco desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo VII a.C. lo que de una pequeña aldea pasó a ser un gran núcleo urbano.
El asentamiento fenicio de Sa Caleta ofrece a los arqueólogos diferentes tipologías de viviendas fenicias y su trazado urbano es un tanto caótico, lo cual indica que los colonizadores se hubieran asentado sin orden, según el orden de llegada. Entre los elementos comunales hay que destacar unos enormes hornos que seguramente se utilizaban para hacer pan y unos molinos de piedra arenosa. También se ha encontrado cerámica de diferentes formas y tamaños, así como diferentes utensilios para actividades pesqueras. No obstante, parece ser que la actividad principal del asentamiento de Sa Caleta fue la metalurgia, ya que se han encontrado diversos restos de mineral que se fundía para obtener plomo y plata. Se supone que el hierro y otros minerales se conseguían a través dle comercio con las costas catalanas, donde se intercambiarían por vino, aceite y otros elementos.
Así, los fenicios dejarían Sa Caleta allá por el año 600 a.C., cuando se trasladaron a la bahía de Ibiza, lugar donde se fundó la ciudad y geografía que permitía una mejor organización y crecimiento. No obstante, Sa Caleta, declarado Patrimonio de la Humanidad es la huella más importante de los fenicios de Ibiza antes de la ciudad que da nombre la isla.
Foto Vía: Ferran Noguas