Positano, una joya en la Costa de Amalfi

Positano, una joya en la Costa de Amalfi 2

Sí, sí, es verdad… Roma, Venecia, París… lugares que cualquiera catalogaría dentro del selecto club de las ciudades románticas, ¿verdad?. Ciudades en las que pasear en góndola, dejarse embaucar por sus viejas ruinas, o ir en busca de las vistas y los atardeceres más hermosos. Pero, ¿creéis que son las únicas ciudades románticas del mundo?.

Ni por asomo. Hoy os descubro otra, para los que gustáis de esos rincones con encanto en los que perderos con vuestra pareja. Se trata de Positano, una preciosa joya situada en la Costa de Amalfi italiana, apenas a unos cincuenta kilómetros de Nápoles. No me digáis que no sería un lugar maravilloso para que os llevaran de boda, ¿eh?.

Cuando poco a poco vas llegando hasta él por carretera, sólo queda preguntarte si las casitas que se dibujan en la ladera de la montaña están pegadas a ella con algo, porque claro… Ya te imaginas que su interior debe ser un centro histórico de callecitas estrechas y empedradas, con rincones mágicos y muy románticos.

Eso sí, la carretera que nos lleva hasta Positano, aunque con unas vistas del Mediterráneo fascinantes, son muy serpenteantes. Así que paciencia, chicos.

La preciosa y curiosa ubicación de Positano sobre el acantilado y la montaña también se siente en sus calles. Hay algunos callejones bastante empinados y sinuosos. ¿Escaleras?, casi por todas partes. Eso hace que las vistas a la bahía, desde cualquier punto de Positano sean magníficas.

Nosotros estuvimos alojados en un hotel pequeñito, como casi todos los de aquí, con mucho encanto. Hoteles antiguos, con casas de piedra o de madera, que guardan en sus ventanas el maravilloso mundo del mar.

Porque el mar es también la esencia de Positano. Bajar hasta el puerto y la playa no es complicado. El esfuerzo viene después, cuando tienes que volver a subir hasta el hotel. Pero su Playa de Fornillo merece mucho la pena, y el camino hasta llegar a ella está sembrado de casitas pequeñas, en las que el color y el olor de las buganvillas forjan nuestros sentidos.

Positano es una perla de la costa, un balcón de colores hacia el Mediterráneo. No me extraña que toda clase de artistas vinieran hasta aquí para descubrir la sensualidad del color y su forma. Porque en Positano el arte, el mar y la naturaleza llevan la misma firma.

Foto Vía Academic