En Perú existe un paraíso situado entre el desierto y el Pacífico que posee grandes extensiones de playas, bandadas de aves y grandes manadas de lobos marinos, es decir, la Reserva Nacional de Paracas, la cual se consagra como un lugar especial para conocer las bendiciones de nuestro planeta contrastando, rocas, puntas, islas y fauna costera.
Así, el viento tal vez ha sido el arquitecto más esmerado y perfecto que mejorado esta obra de arte. De hecho, son 355, 000 hectáreas comprendidas entre la península de Paracas y la punta Morro Quemado los que comprenden la única reserva que protege el litoral peruano.
De esta manera, debido a su calidad de reserva, es el lugar ideal para que se de un gran desarrollo de concentraciones de vida salvaje. Así con respecto a las aves marinas, aquí viven más de 120 especies entre migratorias y residentes donde priman el guanay, el piquero y el pelícano que son las productoras del famoso guano o como antes se les decía “las aves del millón de dólares”; y con respecto a los lobos marinos, son dos las que pueblan la reserva: el gran lobo chusco y el lobo fino o de dos pelos.
Sin embargo, no se puede decir que en la reserva solo se puedan apreciar paisajes de ensueño, también aquí se aprecian los vestigios de una de las culturas más creativas del Perú precolombino, es decir la cultura Paracas desarrollado en los valles de Chincha, Pisco e Ica, sobresaliendo por sus famosos textiles hechos con algodón o también lana de auquénidos andinos.
Los viajeros interesados deben saber que en la reserva existen diferentes hoteles baratos en Paracas, así como restaurantes especializados en pescados y mariscos en la playa El Chaco.
Imagen: ExploraelPeru