Durante el año podemos disfrutar de ciertos periodos vacacionales en los que viajar y conocer, a veces, se convierte casi en una obligación. Por ello, mucha gente intenta coger vacaciones en medio del año, sin un periodo vacacional de por medio, por lo que sus viajes normalmente suelen ser más reflexionados y gustosos.
Uno de estos viajes puede ser a Praga, a una Praga desconocida y que hará las delicias de los amantes del jazz. Y es que la fiesta nocturna de Praga ha aumentado al mismo ritmo que su actividad turística, pese a que este hecho no ha afectado a los locales de toda la vida, los cuales, con turismo o no, en época vacacional o no, siguen teniendo la misma marcha de siempre.
El rey de las noches en Praga es el jazz, una música curiosamente muy enraizada en la sociedad checa y que disfruta en Praga con varios locales que se juntan sobre todo desde el Teatro Nacional hasta la Plaza de Wenceslao, en la conocida como Ciudad Nueva.
Recomendamos comenzar un recorrido por los locales del jazz, donde conoceremos una faceta de los checos que antes habíamos imaginado que existiera. Podemos comenzar en el Agharta Jazz Centrum, donde los cuerpos, apretados pero felices, disfrutan de uno de los locales más consagrados de Praga. Incluso posee su propia tienda de música. Podemos hacer otra parada en el Highlander, local que tiene actuaciones en vivo todos los dias y pasar luego a la Viola, que tan sólo ofrece conciertos los sábados. Mención especial merece uno de los locales más míticos del jazz en Praga. Se trata del club Reduta, consagrado gracias a que un tal Bill Clinton tocó aquí el saxo una noche de 1995. La foto que lo cerciona preside el lugar. Por último, ya en medio del entramado de calles de la Ciudad Vieja, está el Press Jazz Club, donde podremos escuchar un buen jazz con copas a un precio accesible.
Foto Vía: wolfango
