La ciudad de Natal es uno de los destinos turísticos más conocidos de Brasil, fundamentalmente por su clima y sus playas de arenas blancas. Ubicada en el estado de Rio Grande Do Norte, en el extremo Nordeste del país, goza de un entorno natural espectacular en el que los visitantes pueden relajarse, practicar deportes náuticos y visitar algunos de sus monumentos y rincones más típicos, además de disfrutar de su gastronomía, su cultura y sus fiestas locales, como el carnaval, uno de los más famosos y originales del país.
Existen multitud de vuelos a Natal que nos permitirán descubrir esta agradable región brasileña. La capital en sí, es de tamaño mediano y fue fundada a finales del s. XVI por los portugueses. Está dotada de buenas infraestructuras turísticas y, además de sus playas y clima, cuenta con monumentos como el Fuerte de los Reyes Magos, el Centro de Turismo (s. XIX), la Nueva Catedral, el Faro de la «Mãe Luiza» o la Columna Capitolina. En el Barrio da Riveira encontraremos la mayor parte de los edificios históricos y el ambiente más pintoresco de la ciudad.
En la Via Costeira, una avenida de 8 km que discurre junto al mar, encontraremos la mayor parte de la animación de la ciudad y la playa más concurrida, Ponta Negra. Podemos hacer excursiones a lugares como el Parque Ecológico Dunas de Genipabu, el pueblo de Redinha, las Bahías Protegidas de Tibau do Sul, el Morro do Careca y playas como Playa da Pipa, Genipabu, con su conocida laguna, Pitangui, Maracajau o Jacuma.
En muchas de ellas, podemos practicar deportes náuticos, especialmente el surf, submarinismo y un sinfín de actividades de ocio y aventura, como paseos en buggy por las dunas. Además, su gastronomía local es variada y sabrosa, destacando sobre todo sus carnes, pescados, verduras y frutas exóticas, reunidas en una amplia oferta de restaurantes, desde los más modestos a los más refinados.
Foto: Jussie D.Brito