París, la ciudad ilustrada, luminosa y romántica

PARIS

París necesita en realidad pocas explicaciones, es lo que tiene ser una de las más bellas ciudades del mundo, una de las más visitadas y, seguramente, la más romántica de las ciudades europeas y quizás mundiales. Es una ciudad que no defrauda a quien la visita, a aquel que ha posado tantas expectativas en esta famosa capital francesa.

El viajero se siente con pena al partir y, seguramente -es la sensación dominante de todos aquellos que la hemos visitado- se lamenta de no disponer de más tiempo para volver en seguida o quedarse más tiempo en una París al que nunca se le acaban las cosas que visitar, las cosas que ver o que sentir.

Así, a diferencia de otras grandes ciudades europeas, la capital francesa no tiene un único centro definido alrededor del cual se expande la ciudad o en el cual se puede ver lo que tiene la ciudad. Mejor lo describiríamos diciendo que París es ella entera “centro”. Podemos ir a diferentes sitios de París en metro, coche particular o autobús y disfrutar de diversos lugares en un sólo día. Por ejemplo, ¿a quién se le ocurriría ir caminando desde el famoso barrio latino -al lado de Notre Dame– hasta el bohemio barrio del Sacre Coeur?. Hay decenas de kilómetros que visitar en París.

La ciudad de la luz es también una de las más monumentales de Europa y, por qué no decirlo, del mundo. En París podemos visitar templos como los que acabamos de comentar, ver el símbolo del progreso con la Torre Eiffel, disfrutar de los campos de marte, el obelisco y perdernos durante días en el Louvre. También podemos detenernos en cualquier punto y disfrutar de su arquitectura bien cuidada, imaginarnos pasar las tropas por el Arco del Triunfo y dar un paseo o incluso bañarnos en uno de los ríos más famosos de Europa, en el Senna.

En fin, París es una de las ciudades más bonitas del mundo, del universo conocido. Es la ciudad del amor, de la luz y también del cosmopolitismo, de la integración racial y la cultura, desde el cosmopolitismo hasta lo francés, desde el arte contemporáneo hasta los libros de filosofía de los pensadores franceses de la Ilustración.

Y para no perdernos nada, en París existe una oferta hotelera, como no podía ser de otra manera, enorme. Tenemos preciosos hoteles para todos los gustos, de todos los precios y tamaños. Los hoteles en París tienen también algo de especial, tienen como la continuación de la ciudad, de la vida alegre de la calle, del romanticismo de su aire.

París pues, es una ciudad que uno no pude dejar de visitar al menos una vez en la vida.

FOTO VÍA: DE-VE