Un verano ideal es aquel en el que elegimos un escenario diverso. Playa, ocio, cultura se entremezclan para definir las vacaciones y perfectas. Y todo ello lo encontramos en Palma de Mallorca, un destino vacacional por excelencia que ve aumentar su número de turistas cada año.
Es, además, lugar donde mayores aviones llegan, pues los vuelos a Palma de Mallorca aumentan su frecuencia y horarios para que resulte más cómodo llegar desde cualquier lugar. Sigue siendo una ciudad preferida por alemanes, británicos y franceses.
El eje central de la isla de Mallorca es una ciudad completa. Destacan sus palacios y casas modernistas, grandes y vistosas, algunas de las cuales son fácilmente visibles desde su paseo marítimo. Estos emplazamientos se convierten en verano en lugares para albergar exposiciones, conciertos y hasta cenas en un entorno mágico y diferente.
Palma se define por su puerto deportivo y náutico. Los yates son numerosos y aquí podemos coger una embarcación para salir a navegar o bien realizar cursos tanto para principiantes como para profesionales. Sigue las regatas si estás en el puerto, un evento deportivo muy conocido en la isla que acoge a la jet set internacional.
No podemos irnos de Palma sin visitar su catedral. En lo alto, se divisa desde diferentes puntos de la ciudad y desde ella contemplaremos vistas mágicas hacia la playa y la bahía de la ciudad. La catedral es fastuosa y de estilo gótico. Sus calles colindantes nos llevan a un barrio histórico cargado de sorpresas.
Este es el lugar prefecto para comer o cenar en restaurantes con encanto. Pide algún menú propio de las islas, verás como te encantará. A su vez, pasaremos por tiendas artesanales, donde adquirir ropa del lugar y enseres que regalaremos a la familia. No te olvides la ensaimada, aunque sea un clásico, valen la pena, porque están exquisitas.
Foto: sluzzelîn