Uno de los edificios más reconocibles quizás en Turquía es la Mezquita Azul de Estambul. Es un precioso lugar abierto al público, pero hay que tener algunas consideraciones especiales antes de visitarlo. Resulta impresionante contemplar, mirando hacia el horizonte, la silueta de esta Mezquita. Hay una gran cantidad de viajes baratos hasta Turquía que os facilitarían poder tener esta oportunidad.
Y es que la Mezquita Azul de Estambul es uno de esos lugares que hay que ver al menos una vez en la vida. Es más, creo que la propia Estambul es uno de esos lugares que hay que ver una vez en la vida. Y dentro de esta amalgama de belleza que es Estambul, la visita a la Mezquita Azul resulta un placer especial. Hoy queremos daros algunos consejos para planificar bien vuestra visita.
Se le llama Mezquita Azul gracias a los azulejos azules de Iznik que revisten el techo. El edificio fue encargado en 1609 por el sultán Ahmet I, en un intento de superar a la vecina Hagia Sophia. Son impresionantes sus seis minaretes y la cascada de cúpulas y semicúpulas. El interior está iluminado con sus 260 ventanas, la mayoría de ellas del siglo XVII.
La Mezquita Azul se halla en el distrito europeo de Sultanahmet, junto a lo que era el famoso Hipódromo de Constantinopla. Hay un tranvía que nos lleva directamente hasta Sultanahmet. En verano hay un espectáculo de luces nocturnas en la Mezquita Azul, que se puede ver muy bien desde el Estrecho del Bósforo.
Hay algunas restricciones de tiempo a la hora de visitar la mezquita. Suele estar cerrada para los turistas cinco veces al día, a la hora de las oraciones musulmanas. El horario oficial es de 09.00 a 19.00 horas, pero este horario depende de las oraciones, que a su vez dependen de la posición del sol. El mejor momento entonces para visitar la Mezquita Azul de Estambul es por la mañana. De mayo a septiembre la entrada oeste se reserva para los fieles, de modo que todos los turistas debéis entrar por la puerta norte.
También hay que recordar que lo que vamos a visitar es un lugar sagrado. Antes de entrar en la mezquita, las mujeres se deben cubrir la cabeza con un pañuelo. Aseguraros de llevar los hombros cubiertos, y una falda larga o un vestido que cubra las piernas. Los hombres deben llevar pantalones largos. Si vamos con pantalón corto, hay que intentar cubrir las piernas con un paño. Todo el mundo debe quitarse los zapatos antes de entrar. Nos dan bolsas de plástico para meter los zapatos, y faldas envolventes para cubrir las piernas.
Se pueden hacer fotografías, pero no en plan alboroto. No os quitéis el pañuelo de la cabeza una vez dentro, ni os tumbéis en el suelo, ya que los musulmanes lo consideran un insulto a Dios. Aunque no es obligatorio, se aceptan donaciones a la salida para ayudar a los costos del mantenimiento.
Foto Vía Lse