Al igual que toda la isla de Sicilia, Palermo, su capital, es un estallido de alegría y de color. Hoy queremos perdernos en esta ciudad tan gustosamente medieval, que sigue guardando en su interior el encanto de lo antiguo. Para llegar a ella, nada mejor que reservar nuestros vuelos a Palermo, y llegar al Aeropuerto de Palermo, a 32 kilómetros de la ciudad.
Callejeamos por la Piazza Pretoria, con su famosa fuente, para llegar hasta Quattro Canti, centro neurálgico de Palermo, una plaza antigua desde la que parten las principales calles comerciales, como Coros Vittorio Emanuele y Vía Maqueda. Pero antes de dirigirnos por esas calles, queremos que veáis en esta plaza el fabuloso Palazzo dei Normanni.
Hoy este palacio árabe-normando alberga el parlamento siciliano, y una gran cantidad de increíbles mosaicos, que cubren las paredes y el techo de la Capilla Palatina y los Apartamentos Reales.
Seguimos visitando Palermo, y podemos hacer una parada en el Museo Arqueológico Regional, la Galería Regional, o, para los amantes de la música, en el Teatro Massimo, construido en 1897, la casa de ópera más grande de toda Italia.
Aunque es un poco escalofriante, no os perdáis la visita a las Catacumbas de los Capuchinos, situadas en el monasterio del mismo nombre. En las paredes de las catacumbas se alinean los restos de más de ocho mil cadáveres, algunos de ellos del siglo XVI, y el más reciente de 1920, un bebé de dos años al que los habitantes de Palermo llaman la Bella Durmiente.
Quizás después de esta visita tan tétrica queráis relajaros un poco en la playa. La costa norte de Sicilia es realmente fantástica. A unos 25 minutos en coche de Palermo os recomendaría acercaros hasta Mondello, un lugar lleno de apartamentos de estilo Art Deco, rodeado de palmeras y las montañas del Cabo Gallo y el Monte Pellegrini. Mondello está lleno de cafés pintorescos que os encantarán.
Otra maravillosa excursión en Palermo es ir hasta Cefalú, a unos 67 kilómetros. Allí disfrutaréis de su playa y sus restaurantes tradicionales, pero sobre todo con el entramado medieval de las callejuelas de su centro histórico. Desde Palermo hay trenes y autobuses hasta Cefalú.
Por último, tenéis que hacer un pequeño esfuerzo, y visitar el impresionate e histórico Monte Etna, a unos 250 kilómetros de Palermo. La zona de costa cambia aquí a un paisaje de viñedos, zonas boscosas y tierras endurecidas con la lava del volcán. Una experiencia maravillosa.
Como véis, Palermo es una ciudad que lo tiene todo. Historia, monumentos, cultura, arte, playas preciosas y excursiones para todos los gustos. ¿A qué estáis esperando para viajar a Sicilia?.
Foto 1 Vía Amipreside
Foto 2 Vía Daniela 1966