Florencia, cuna del Renacimiento, es sin duda una de las ciudades más hermosas y turísticas de Italia. Como gran centro cultural y monumental, es difícil quedarse con alguno de sus atractivos, aunque nosotros hoy haremos una pequeña excepción, para quedarnos ensimismados con la belleza de la Iglesia de Santa María Novella.
Esta iglesia, situada en la plaza del mismo nombre, fue diseñada y construida por los monjes dominicos Sisto da Firenze y Ristoro da Campi. Las obras comenzaron en el año 1246, sobre las viejas ruinas de un antiguo convento dominico del siglo X. No se concluyó hasta bien entrado el siglo XV, cuando Leon Battista Alberti concluyó la fachada. Antes, en el siglo XIV, Jacopo Talenti se encargó de la construcción de las torres y la sacristía.
Su fachada de mármol impresiona nada más llegar a la plaza. Para mi gusto es una de las iglesias más hermosas de Europa en este aspecto. Su estilo renacentista y su diseño en mármol blanco y verde sorprende e impacta a cualquier turista que visite Florencia, colores que también podemos comprobar una vez entremos en el templo.
Su interior se divide en tres naves, cubiertas con arcos ojivales. Todo el interior fue restaurado en el siglo XVI, a pesar de que alberga una gran cantidad de obras de arte de los siglos XIV y XV, de autores tan destacados como Vasari, Brunelleschi, Rosellini, Ghirlandaio o Ghiberti. Una hermosa puerta da acceso al patio del monasterio, de estilo renacentista y construido en el siglo XIV, rodeado de pinturas de los mejores artistas florentinos.
De ese interior hay que tomar como visita imprescindible la capilla española, en la que se halla la Sala Capitular, obra de Jacopo Talenti a mediados del siglo XIV. La capilla está decorada con frescos del siglo XIV, y se destinó a Leonor de Toledo, esposa de Cosme I, y su séquito, ya que desde allí seguín más fácilmente los oficios religiosos.
Otros detalles a destacar son las vidrieras del rosetón, que datan de mediados del siglo XIV, la Capilla de los Rucellai, también del siglo XIV, la Capilla Tornabuoni, de finales del siglo XV, y la Trinidad de Massaccio en la nave izquierda de la iglesia. Tampoco dejéis de admirar, a la izquierda de la iglesia, el Museo de Santa María de Novella.
Santa María de la Novella es una de esas iglesias que no dejan indiferente a nadie. Su profusión de estilos, especialmente renacentista, y la gran cantidad de obras de arte que alberga la hacen imprescindible en Florencia.
Foto Vía Paradox Place