Siempre me pareció muy sugerente el nombre de Costa Rica. Llamándose así, te imaginas un país rico en bellezas naturales, tropical, caribeño, sabroso en naturaleza. Cuando lo visitas te das cuenta que su propio nombre no lo dice todo, sino que Costa Rica es mucho más. Para mí es uno de los rincones más hermosos de la tierra.
Seguro que me preguntaréis si os recomendaría unas vacaciones en Costa Rica. Y yo os contestaría del todo punto que sí. Son tantas las maravillas naturales que os podríamos comentar de ella… Sin embargo, hoy nos quedamos con la Catarata de la Fortuna, situada en las faldas del Volcán Arenal, otro de los grandes atractivos del país.
Precisamente siempre se aprovecha la visita al volcán para hacer un poco de senderismo hasta las cataratas. Al llegar veréis un salto de agua fascinante, y muchos turistas bañándose en sus aguas cristalinas. Un paisaje natural abrumador, donde la naturaleza y el agua juegan bajo un intenso abrazo.
El pueblo más cercano, a unos cinco kilómetros, se llama precisamente la Fortuna. Esta catarata cae desde una altura de unos setenta metros. Os recomendaría acercaros hasta la Oficina de Turismo de la Fortuna para organizar un tour guiado hasta la catarata. Tour que, seguramente, haréis a caballo.
El paseo a caballo alrededor de la catarata, paseo que suele durar una hora, es una experiencia fascinante. La ruta comienza a los pies del salto de agua y concluye en la cima, desde la que se tiene una vista panorámica magnífica. Llevaros vuestra cámara de fotos, porque seguramente echará humo.
Además de la cámara de fotos, en cualquier información de viajes os aconsejarán llevar ropa de baño, para daros un chapuzón a los pies de la catarata, repelente contra insectos y unos buenos zapatos para hacer senderismo por la zona. No preocuparos si no sabéis montar a caballo, ya que no hace falta tener experiencia.
Resulta fascinante también el recorrido inverso, esta vez a pie, bajando desde la cima hasta los pies de la catarata. Es una ruta a través de una escalera de 500 peldaños, a la que parece que se la ha tragado la naturaleza. De fondo no se deja de oir el rugido constante del agua cayendo. Es la Catarata de la Fortuna, una más de las grandes bellezas de este país sugerente que es Costa Rica.
Foto Vía Picsicio