Siempre es una buena oportunidad visitar el País Vasco. De entre sus lugares, Bilbao sobresale como ciudad cosmopolita con cantidad de edificios que brillan por su alta arquitectura. Bilbao se ha transformado al paso de los años, conservando sus rincones más especiales y tradicionales.
Cualquier época es buena para dar una vuelta por Bilbao. Las ofertas de vuelos están a la orden del día y es fácil conseguir uno barato para un fin de semana. Antes de recomendar los mejores lugares turísticos de la ciudad, recomendamos adquirir la Tarjeta Turística Bilbaocard, que permite utilizar el transporte público urbano y aprovecharse de descuentos en ocio. Es decir, en museos, tiendas, bares, teatros, restaurantes…
Nos encontramos en el barrio antiguo, una zona ideal para conocer de cerca la historia de la ciudad, con sus tabernas de pintxos, callejuelas con una arquitectura gótica vasca definida y pequeñas plazas con fuentes. Precisamente desde aquí podemos llegar a la Basílica de la Begoña, un santuario, ubicado en lo alto que data del año 1519. Vale la pena subir y contemplar su hermosa fachada que se ilumina al oscurecer.
De gran importancia también es la Catedral de Santiago, dedicada al apóstol patrón oficial de la ciudad. De amplia arquitectura gótica, cuenta con un pequeño claustro, e impresiona la fachada al igual que la torre. Es lugar de peregrinación de sus ciudadanos.
Las iglesias son notables en todo el País Vasco. El arraigado espíritu religioso de este pueblo es motivo para conservar edificios cristianos antiguos que verdaderamente impresionan. Otro ejemplo es la iglesia y convento de la encarnación, que está fechada del principios del siglo XVI. Destaca su portada de estilo renacentista, aunque el gótico sigue siendo protagonista. Alberga el museo Diocesano de Arte Sacro-Eleiz Museoa.
Seguinos nuestro recorrido por las iglesias más destacadas de la ciudad, como la de Santos Juanes. De importante estilo barroco vizcaíno, pueden verse elementos de este particular estilo donde aparecen, también, ornamentos renacentistas. Su interior es elegante y sencillo.
Foto: javism