El Salar de Uyuni se ha convertido últimamente en uno de los destinos turísticos más exóticos que nos podamos encontrar. Se encuentra situado en el suroeste de Bolivia, un lugar que no deberíamos perdernos por nada del mundo. Y es que se trata de la salina más grande del mundo, con una estimación de 10 millones de toneladas en sal. Hoy en día es quizás una de las atracciones más impresionantes de Bolivia.
El Salar de Uyuni parece realmente un lugar de otro planeta. Es un interminable mar de sal de color blanco, en el que a cada poco aparecen pequeñas islas, formaciones rocosas de tierra, llenas de plantas extrañas, como cactus. Estas pequeñas colinas fueron en su momento parte de un gran lago hace más de 4000 años.
La mayoría de los turistas que visitan el lugar lo hacen en un recorrido en jeep durante 2 ó 3 días, en una excursión que incluye la visita a los famosos lagos de colores, las montañas y otros destinos inusuales. La ciudad de Uyuni, donde tienen su base la mayoría de los operadores turísticos que hacen las visitas a estos lugares, se dedica casi en exclusiva a esta actividad. Desde allí se puede continuar hasta Chile o Argentina, cruzando la frontera, y volviendo al día siguiente hasta Uyuni.
Los precios de estas visitas suelen ser por lo general bastante baratos. También se ofrece la posibilidad de hacer el recorrido en bicicleta e incluso en moto. Una estancia en un hotel cerca de la enorme salina se puede combinar perfectamente con la visita. Los hoteles en Uyuni están prácticamente construidos en su totalidad en sal, tanto las paredes, los techos como las camas.
Noviembre tal vez sea una época especial para visitar esta zona, ya que se podrán avistar flamencos andinos que provienen de Chile. Eso sí, ojo con las temperaturas de la zona, muy bajas en invierno, por lo que habrá que procurarse buena ropa de abrigo.
Ya lo sabéis, un lugar exótico a más no poder en un país maravilloso aunque un poco desconocido, Bolivia.
Foto: Fuente Tripadvisor