La mítica Plaza del Obradoiro es, sin lugar a dudas, el espacio abierto más interesante y bello que posee la ciudad gallega de Santiago de Compostela. Y es que en ella se encuentra no sólo su majestuosa Catedral o el Palacio de Rajoy sino también otro monumento de inigualable factura y valor como es el caso del Hospital de los Reyes Católicos.
Como Parador de Turismo funciona actualmente dicha edificación que se puso en pie entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI. El arquitecto Enrique Egas fue el encargado de llevar a cabo su construcción por orden de los monarcas españoles que le dan nombre a aquella, quienes decidieron erigir la misma con el claro objetivo de ofrecer cobijo y atención médica a todos los peregrinos que llegaban a la ciudad después de haber realizado un duro camino con el propósito de ponerse delante de la tumba del Apóstol Santiago.
Una de las principales señas de identidad que identifican al Hospital de los Reyes Católicos, que ejerció como tal hasta el siglo XIX, es el hecho de que se enmarca dentro del estilo gótico plateresco lo que supone que sea una de las pocas joyas de este tipo que se conservan en la comunidad autónoma gallega.
No obstante, además de todo ello, también hay que resaltar de esta edificación otros elementos o aspectos que la hacen especialmente importante en la ciudad de Santiago de Compostela. Este sería el caso, por ejemplo, de la reja toledana de su capilla real que está declarada monumento protegido.
Asimismo, hay que prestar atención a su fachada, donde aparecen los escudos y las figuras de los Reyes Católicos, los doce apóstoles y otras figuras bíblicas tales como Adán, María Magdalena o San Juan Evangelista.