Hoy vamos a contar un pequeño secreto: El amanecer en Málaga es un delicioso espectáculo de entrada libre y aforo ilimitado.
Si estamos en cualquiera de los magníficos hoteles en Málaga, tratemos de salir temprano a la calle y buscar buenos lugares en la playa. También vale la pena acercarse a los paseos marítimos de cualquier pueblo malagueño y contemplar desde cualquier lugar cómo el mar va tomando entre sus olas un dorado que a no saber que fuera el sol pensaríamos que el agua se convierte en oro. Como comprobaremos, es un amanecer que cargará de energías hasta el más cansado de los humanos.
Otra opción puede ser ir al Centro Histórico de la capital, o al Mercado de Atarazanas y a sus alrededores. En estas primeras horas del día no veremos más que bullicio, gente que va, viene y se queda poco tiempo parado, cajas, mercancías, pero sobre todo colores, aromas y todo tipo de comida: verduras, frutas, pescados, etc. También vale la pena escuchar, sentarse en cualquier esquina y escuchar la dulce poesía del murmullo de la actividad ciudadana con el fondo cantarín de los vendedores de pescado.
Es en esta zona de la ciudad donde deberíamos desayunar. Sentarnos en alguna de las numerosas cafeterías que encontraremos y pedir unos buenos churros y café o chocolate doble. Si nos concentramos en escuchar notaremos cómo la ciudad despierta, cómo el genio malagueño hace su aparición atento. De fondo, además del murmullo de la gente también escucharemos gritos que se mezclan con el sonido de cualquier campanario, lejano o cercano y que nos servirá tanto para poner a hora nuestros relojes como para hacer volar la imaginación.
En esta situación, en este ambiente, si cerramos los ojos ¿quién nos dirá que no hemos retrocedido cientos de años y que veremos a gente montada en caballo o quizás carruajes cuando abramos los ojos? Málaga es un hervidero de fantasías y sentimientos, tanto de día como de noche, un hervidero que hará aflorar nuestra más bella sonrisa al sentir cómo se mueve una ciudad que sigue manteniendo su carácter firme por mucho que pasen los años.
Foto Vía: Juanpol