El visitante que vaya a la capital portuguesa por unos días debe estar preparado para tomarse las cosas con filosofía. Esta peculiar ciudad que mira al río Tajo no es tan fácil de entender a primera vista y sus empinadas cuestas guardan más de una sorpresa…
El centro de Lisboa no es muy grande, así que no se necesita demasiado tiempo para visitarlo. Un buen punto de partida sería el barrio de Alfama, el barrio más viejo de la capital lusa y una de las esencias de ésta; con sus estrechas calles y sus vecinos de mayor edad hablando sobre la vida de balcón a balcón. Parece que allí el tiempo se detuvo hace cincuenta años…
El punto más alto de este barrio se encuentra en el castillo de Sao Jorge, lugar muy frecuentado por los turistas por las magníficas vistas que ofrece. El ayuntamiento lisboeta, conocedor de este gancho, organiza habitualmente conciertos, exposiciones y charlas en esta fortaleza.
Pero el castillo de Sao Jorge no es el único lugar que nos permite disfrutar de las magníficas vistas de la ciudad porque, si hay algo que no falta en Lisboa, son los miradouros y las cuestas.
Bajando por Alfama nos encontramos con la Baixa, el barrio más comercial y una de las pocas zonas de la capital que no tiene cuestas, cosa que de vez en cuando es de agradecer. Aquí se hallan las tiendas de las marcas más conocidas, además de las tascas, los vendedores ambulantes, los pintores, los cantantes de fado o la animación callejera… sin duda, un barrio con mucho ajetreo.
Paseando por la zona llegaremos a la Praça do Comércio, una de las más conocidas del país, mirando al estuario del Tajo. Otra de las plazas más concurridas de la Baixa es la de Rossío, que no tiene tanto encanto como otros rincones lisboetas pero sirve como nexo entre este y otros barrios más lejanos pero igualmente visitables.
El tercer barrio del centro de Lisboa se llama Bairro Alto y es el barrio más vanguardista y alternativo de la ciudad. Aquí encontraréis bares decorados con lechugas, todo tipo de restaurantes, tiendas de antigüedades, de libros, ropa y zapatos de lo más originales…
El punto más transitado de esta zona es la plaza del Chiado, pequeña pero revoltosa plaza donde se encuentra la estatua del magnífico escritor portugués Fernando Pessoa.
Pero nuestra recomendación es que, si de verdad se quiere conocer bien Lisboa, lo ideal es perderse por sus calles y dejarse llevar por el ritmo pausado y las pequeñas historias de esta preciosa ciudad. Para ello tendrás que buscar hoteles en lisboa y dejarte perder unos días por esta bella ciudad.
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