Una visita a Nueva York una vez en la vida es algo que todas las personas con posibilidades de viajar deberían hacer. Y es que en esta ciudad hay cosas imprescindibles de la cultura occidental, una vez que estemos alojados en uno de los hoteles en Nueva York, una primera visita que podemos hacer es conocer, mínimamente, la vida cultural que brota en esta ciudad.
La diversidad cultural de sus calles, con la gran mezcla de cultura latina, anglosajona, africana, asiática y de casi todas las partes del mundo, hace de nueva york una amalgama de formas de vida y de expresiones, de perfiles culturales y actividades de conocimiento cultural único en el mundo.
Pero no sólo expresiones culturales propias o populares, sino que Nueva York también posee una de las mayores ofertas culturales de ocio. Podemos comprar entradas para Brooklyn, visitar infinidad de galerías de arte o disfrutar con sus museos más inverosímiles.
No en vano, seguramente la ciudad más conocida del mundo, es cuna de buena parte de los movimientos culturales que ha tenido Estados Unidos. Movimientos literarios, pictóricos o musicales, donde el jazz se erige como paradigma, han tenido sus primeros pasos en la ciudad que nunca duerme. Incluso subculturas o movimientos culturales alternativos como el punk o el más típicamente estadounidense, el hip hop, tuvieron su explosión por las calles del barrio del Bronx.
Hemos dicho que Nueva York también es una ciudad del arte. Esto se refleja en su número desorbitante de galerías de arte, nada más y nada menos que alrededor de un millar de galerías tienen su sede en la ciudad. El más conocido de visita imprescindible es el Museo Metropolitano del Arte, donde podremos ver exhibiciones de las últimas tendencias artísticas.
En fin, si sumamos a toda esta oferta cultural los festivales de todo tipo que se celebran en la ciudad (donde podemos destacar el día de San Patricio, que demuestra la importancia de la inmigración irlandesa a la ciudad), podemos extraer la conclusión de que si nos motiva el arte, Nueva York es sin duda una de nuestras ciudades de referencia, en ella podremos vivir el arte que queramos, dónde queramos y cómo queramos.