Hace poco leía que la ciudad más barata del mundo en cuanto a alojamiento en este último año había sido Bangkok, con una media de 46 euros el precio por noche y habitación. Lógicamente, con la disputa de los Juegos Olímpicos durante el 2012, la ciudad más cara era Londres, con la friolera de 233 euros como precio medio por noche y habitación. Aún así le seguía muy de cerca Nueva York, con 217 euros como precio medio, y Ginebra con 215.
Dado que tras el boom de los Juegos Olímpicos imagino que bajarán de nuevo los precios de los hoteles en Londres, podemos considerar a Nueva York como la ciudad donde encontramos los hoteles más caros del mundo. Todo esto teniendo en cuenta la amplísima oferta de hoteles especiales que hay en la ciudad. Pero claro, el precio abusivo de algunos de estos hoteles hace que la media suba peligrosamente.
Porque en Nueva York podemos distinguir desde los pequeños hoteles boutique, en los que el cliente busca simplemente un alojamiento para dormir, hasta las suites más elegantes y lujosas que, más que un hotel, resulta un capricho de los dioses. Aún así cualquier hotel sencillo en Nueva York supone en euros un alojamiento de categoría superior en cualquier otra ciudad del mundo.
Por tanto la principal recomendación a la hora de reservar hotel en Nueva York es hacerlo con bastante antelación. Ya sea un hotel, un hostal o un apartamento, la reserva previa nos hará llegar importantes descuentos. Os puedo asegurar que hay quien ha dormido en una habitación a la mitad de precio solo por el hecho de reservarla con un par de meses de antelación.
Otro dato a tener en cuenta es la zona en la que se encuentre nuestro hotel. Según las estadísticas las mejores zonas para encontrar hotel en la ciudad son Times Square, Central Park, las calles cercanas al Empire State, Brooklyn o Queens, es decir, cerca de los principales atractivos turísticos que visitar en Nueva York. Creo que resulta también muy importante que nuestro hotel se encuentre cerca de una estación de metro, ya que así nos ahorraremos mucho dinero en cuanto a transporte público.
Por último hay que tener en cuenta evidentemente de cuánto dinero disponemos para ese hotel, si vamos con niños o no, de turismo o de negocios, si queremos simplemente un lugar para dormir o queremos descansar, que nos sirvan el desayuno y demás. Por estos últimos detalles no tendréis problemas porque en Nueva York hay de todo y para todos. Siempre y cuando, os reitero, reservéis con antelación.
Foto Vía Nice Viaggi
