Una de las ciudades más bellas que tiene Francia es Lyon, la capital del Ródano, que se encuentra situada en el centro-sur del país y que cuenta con un interesante conjunto de monumentos que están catalogados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
En concreto, en este artículo queremos darte a conocer tres lugares de obligada visita durante tu estancia en la urbe gala, tres lugares que te sorprenderán y que te enamorarán irremediablemente de esta tierra con más de dos mil años de vida a sus espaldas:
Vieux Lyon. Hablar de los barrios más importantes de esta población, fundada en el siglo I a.C, es hablar de este enclave que ahora nos ocupa. A orillas del río Saona es donde se encuentra ubicado el mismo que tiene una magia especial pues ha conseguido conservar la esencia medieval y renacentista. La Iglesia de San Jorge, la Catedral de San Juan o la Iglesia de San Pablo son algunos de los monumentos más interesantes que posee.
Colina de Fourviére. Otro de los espacios más significativos e identificativos de Lyon es este pues en él pueden admirarse auténticas joyas patrimoniales como es el caso del teatro romano y también de la Basílica de Notre-Dame de Fourviére. Un templo este que fue construido a finales del siglo XIX y que destaca por conjugar a la perfección elementos del estilo románico y de la arquitectura bizantina.
Colina de La Croix-Rousse. Al igual que la anterior esta es otra de las colinas más importantes de Lyon. En su caso dicha importancia le viene dada por el hecho de que en el pasado ejerció como centro industrial entorno a la seda, una actividad que hoy conserva en cierta medida a través de diversas edificaciones que consiguen sorprender a todo el visitante que la conoce por primera vez.