El Castillo de Praga es quizás uno de los más grandes atractivos turísticas de la capital de la República Checa. No obstante, debemos puntualizar el concepto de castillo al que se refiere este de Praga. Este edificio, si bien en una primera idea que nos podamos hacer (y asociado a la idea de castillo) nos pueda parecer que tenga fortificaciones, fosos y puentes levadizos, más bien es otra idea de castillo, a saber, la de un conjunto de palacios conectados por patios y pequeñas calles construido sobre una colina.
Los habitantes de Praga dicen, orgullosos, que se trata del castillo antiguo más grande del mundo, con nada más y nada menos que medio kilómetro de largo y 130 m. de ancho. El área en el que se encuentra recibe el nombre de Hradcany y vale la pena dar una vuelta por la zona y descubrir sus pequeñas y pintorescas calles, opulentos palacios y monasterios.
Así pues, si estamos en uno de los hoteles baratos en Praga (que no son pocos) o en el más caro de los hoteles, esta es una atracción que no se puede perder, es una visita que no se puede dejar de lado.
Su historia se confunde con la historia de la ciudad misma y el avance de la religión cristiana por las tierras chechas. Así pues, sus orígenes se remontan a más de mil cien años atrás. Ya en el año 870, el príncipe Borijov, uno de los primeros grandes dirigentes de la dinastía real de los Premvslidas, ordenó la construcción de un castillo, imaginaros, en un principio de madera y sobre un terraplén a modo de fortificación. Luego vino la primera iglesia, la dedicada a Nuestra Señora, mientras que quizás las más importantes, la Catedral de San Vito y la Basílica de San Jorge, se hicieron en el siglo X.
Los estilos arquitectónicos del castillo nos darán a conocer la arquitectura de casi todo un milenio y la impronta de los reyes checos más recordados: el gótico cn Carlos IV, el neogótico con Vladislav Jagiello, el estilo renacentista con Rodolfo II y las últimas importantes modificaciones en estilo barroco de la mano de la última reina de la dinastía de los Habsburgo, a saber, María Teresa de Austria.
Así pues, después de dicha introducción, si pensamos viajar a Praga, ¿nos olvidaremos de ver el Castillo antiguo más grande del mundo?
FOTO VÍA: cuellar