Benarés, un viaje espiritual y místico en la India

Benarés

Benarés, la vieja Kashi, es una ciudad de gran riqueza e importancia religiosa. Se trata de la ciudad más antigua del mundo contemporáneo junto con Babilonia, Nínive y Tebas, que se encuentran mencionadas en las más antiguas epopeyas. Desde siempre gentes de todo el mundo vienen aquí para buscar la paz y la tranquilidad.

Benarés, la capital religiosa de los hindúes, la ciudad del azafrán, los saris y las sandalias de madera, donde los shastriya sangeet o música clásica hindú se funde con las profundas noches estrelladas y el incienso del aire. A diferencia de la mayoría de otras ciudades de la India sagrada, Benarés es un lugar de culto para la mente y el cuerpo. El río Ganges la hace divina por las mañanas y brillante por las noches.

Esta antigua ciudad ofrece sus tradiciones religiosas y miles de peregrinos vienen hasta aquí para tomar un baño en el río sagrado del Ganges, mientras que otros vienen a morir para encontrar el nirvana. Si queréis experimentar todo esto y más debéis levantaros por la mañana temprano para tomar un crucero para explorar el Ganges.

Lo mejor es alquilar un barco desde Dasashwamedh, uno de los lugares más sagrados de la ciudad, hasta la cercana Manikarnika. Contemplar cómo el sol nace del río Ganges es una de las experiencias más maravillosas que se puedan vivir nunca. Podemos llegar hasta Asi Ghat, donde veremos la confluencia de los ríos Ganges y Asi. Cerca de allí tenemos la oportunidad de ver uno de los lugares más antiguos de Benarés, que lleva el nombre del famoso poeta Sant Tulsidas.

La visita nos lleva ahora hasta Darbhanga Ghat, construido por la familia real en Bihar a principios de 1990. Pasaremos por Man Mandir Ghat, construido por el Raja Jai Singh de Jaipur. Atravesando la Vishwanath Gali se llega al templo de Vishwanath, construido por Rani Ahilbayai Holkar de Indore en 1776.

Por la noche, no os perdáis el Maiya Ganges en Dasashwamedh, un oficio religioso que llevan a cabo cinco sacerdotes vestidos de blanco. Los turistas y los habitantes locales se suman al servicio con muchísima devoción, respirando el incienso y los humos espirituales. Es un momento que permanecerá en el recuerdo para siempre.

Foto: Vía Fotoaleph