Barcelona, ciudad cosmopolita y abierta, ofrece innovación pero también mucha tradición en forma de museos y monumentos que marcan su historia. Para cualquier época de año, es interesante la reserva de vuelos a Barcelona, cada vez hay más y más económicos.
Uno de sus barrios más emblemáticos, que se ubica tras el gótico, es el borne. Es una joya, una delicadeza porque une historia y modernidad. Tras su paso podemos observar el paseo del borne, rodeado por casas palaciegas de la edad media y de multitud de restaurantes y bares de moda, y otros que no conocen el paso del tiempo.
Entre las últimas tendencias de esta zona, encontramos la iglesia de Santa María del Mar, de gran belleza tanto por dentro como fuera. Una estructura gótica catalana que se ve en todos los puntos del edificio que es emblema de la zona.
Pero uno de los rincones más conocidos del barrio es la recóndita calle Montacada, repletas de casas que eran antiguos palacetes. En uno de ellos se ubica el Museo Picasso, el más visitado de la ciudad, y que recoge la obra del genial pintor Picasso de diversas épocas. La vista del museo puede resultar una odisea y largas esperas, sobre todo en verano, por lo que se recomienda reservar anteriormente por Internet.
El borne más moderno y bohemio se ve en forma de galería de arte y tiendas muy chic de nuevos diseñadores. Es también un buen lugar para comprar ropa de segunda mano y vintage a precios medios y algo elevados pero son piezas siempre únicas.
Los restaurantes de la zona son temáticas, ya que ofrecen desde cocina catalana y de mercado, a cubanos, asiáticos, argentinos, vascos y algunas tascas donde comer pintxos de pie muy al estilo vasco. Por la noche, es el lugar elegidos por los turistas y ciudadanos para ir de copas o bailar en una discoteca.
Foto: flickr
