Baracoa, la Ciudad Primada de Cuba

Baracoa

Fundada en 1511 por el conquistador español Diego de Velázquez, Baracoa es el asentamiento más antiguo de la isla de Cuba. Por esta razón se la conoce como la Ciudad Primada, de ahí que llegara a ser la primera capital y el primer obispado de Cuba. Actualmente es una de las regiones más hermosas de la isla caribeña, y cada vez son más los turistas que se acercan hasta este extremo de Cuba para conocerla.

No en vano toda ella está declarada Monumento Nacional. El propio Cristóbal Colón habló de ella en su diario como lo más hermoso que había visto nunca. Le impresionaron sus costas, sus arboledas, su vegetación exhuberante. Y es que Baracoa está rodeada por una serie de bosques vírgenes, ríos de aguas frescas y cristalinas y playas de cocoteros. Un paisaje exótico y caribeño, que ofrece al turista un sabor más que sugerente.

Si nos adentramos en el centro histórico de la ciudad aún podemos contemplar las pequeñas fortalezas que la defendían del acoso de los piratas. Entre ellas hay que señalar el Castillo de la Villa, el Fuerte Matachín (hoy sede del Museo Municipal), los torreones de Joa y Caguase y las pequeñas atalayas de La Punta y Seboruco. El sabor colonial sigue vigente en muchas de las edificaciones, de ahí que todo este enclave esté considerado Monumento Nacional.

Otro de los grandes atractivos de Baracoa es su turismo de playa. En total son 14 las que se extienden a través de 82 kilómetros de costa. Son típicas playas exóticas rodeadas de palmeras y cocoteros. Cuenta la leyenda popular que quien se baña en sus aguas se queda a vivir para siempre en Baracoa. Sea cierto o no cualquier época del año es buena para venir y disfrutar de un chapuzón en alguna de estas playas.

De noche el ambiente de Baracoa es de fiesta. Cuenta el centro histórico con numerosos locales para tomar una copa y bailar hasta el amanecer. La gente es muy amigable y festiva. Hay locales como el Rumbos, la Casa de la Trova o la Terraza que ofrecen música de trovadores locales en directo. Los sábados la calle Baracoa se convierte casi toda ella en una discoteca al aire libre, en la que se colocan barras con bebidas y aperitivos.

La visita la podemos completar y darle punto final con la subida al Hotel Castillo o al Ranchón, desde el que se divisa una magnífica panorámica de la ciudad y la bahía. Aquí podéis tomar unas fotografías que os sirvan de epílogo para un viaje de ensueño a una Baracoa mágica.

Foto Vía Cuba Fiesta