Visita guiada a la Torre de Londres

Torre de Londres

La Torre de Londres es uno de los monumentos más conocidos de la capital británica. Una visita debe estar entre vuestros destinos recomendados y obligatorios si tenéis pensado visitar Londres. La Torre Blanca que se halla en el centro del complejo, data de finales del siglo XI, y las historias que cuentan los alabarderos, los célebres Beefeaters, que realizan las visitas guiadas son muy muy interesantes.

La Torre de Londres tiene una historia muy rica. Realmente se puede visitar en un sólo día, y las entradas, que podéis comprarlas online a través de este enlace, es preciso reservarlas con al menos una semana de antelación. De todas maneras, también existe la posibilidad de comprarlas como siempre, en la misma puerta. Los Beefeaters son los que anuncian las visitas guiadas. Mientras esperáis la vuestra, podéis pasear por los jardines.

Yeoman Warders, así es como se conocen entre ellos, ya que Beefeater es una derivación del momento en el que se les permitía comer carne de vacuno a la mesa del rey. Para pertenecer a esta guardia hay que haber servido antes en las fuerzas armadas, con un historial honroso, al menos durante 22 años. La visita guiada está incluída en el precio de la entrada, y dura aproximadamente una hora.

La visita comienza explicando el drenaje del foso. Fue diseñado especialmente para eliminar las aguas residuales del río Támesis. Sin embargo, no parece que cumpliera muy bien su cometido, y fue drenado en 1845, aunque el mal olor se quedó impregnado allí durante bastante tiempo. La visita nos lleva luego a la Puerta del Traidor, la Torre Blanca, la Torre Sangrienta, y concluye en la Capilla Real de San Pedro ad Vincula, junto a la Torre Verde.

A decir verdad, gran parte de la historia de la Torre de Londres es un poco espantosa. En la visita guiada se nos habla de los pobres hombres que fueron encarcelados aquí, y cómo sus almas sigue vagando por los pasillos. Hombres famosos, tales como sir Walter Raleigh o Guy Fawkes. Ana Bolena cruzó, por ejemplo, por la Puerta de los Traidores, en su camino hacia la Torre, al igual que Catalina Howard, la quinta esposa de Enrique VIII.

La Torre Verde era el lugar donde se llevaban a cabo las ejecuciones de cualquiera de las personas de alto rango o populares cuya muerte pudiera incitar oposición entre la población. El público no podía asistir a ellas, a diferencia de las ejecuciones públicas de Tyburn, cerca de Marble Arch. Ana Bolena sólo fue una de los tantos que fueron ejecutados en esta torre. De cuánto horror y terror habrán sido testigos estos muros que hoy parecen tan tranquilos y silenciosos.

La visita guiada también os puede llevar hasta el lugar donde se hallan las joyas de la corona. Eso sí, casi seguro que hay una enorme cola esperando para entrar. Pero la espera merece la pena, ya que, entre la colección, se halla la Corona Imperial, compuesta por más de 2.800 diamantes y piedras preciosas. La visita se hace a través de una pasarela en movimiento, por motivos de seguridad.

Si no tenéis ganas de ver las joyas de la corona ni entrar dentro de la Torre de Londres, podéis pasear por los alrededores. Desde la orilla del río se puede divisar una maravillosa vista de Tower Bridge, no confundir con el Puente de Londres, que está más al oeste. Tower Bridge se construyó en 1894, y tiene su propia galería abierta al público.

Dentro de la Torre de Londres se pueden comprar bebidas y alimentos. Y si el tiempo lo permite, podéis comer los bocadillos en las zonas verdes que hay junto a la Torre Blanca.

Foto Vía About