Pese a que quizás no es el mejor momento para pasar unas vacaciones Túnez, si decidimos viajar, tenemos que saber que se trata de un destino perfecto para viajar con niños. Más allá de la existencia de complejos hoteleros que mantendrán a todo lujo a todos los miembros de la familia, incluido niños (con parques y piscinas infantiles), en muchos complejos turísticos existen actividades especialmente dirigidos a los más pequeños.
Uno de los lugares de Túnez a los cuales podemos dirigirnos con niños es El Lagarto Rojo o en Tozeur, un increible tren, regalado por Francia en el año 1940 que serpentea y nos enseña hermosos lugares en las gargantas del río Selja. Se trata de un recorrido que dura aproximadamente una hora y media y que dejará impresionados a los mayores y hará las delicias de la imaginación de los más pequeños.
Cerca del Lagarto Rojo, podemos ir al Museo etnográfico y parque de atracciones de las Mil y Una Noche, también en Tozeur. Podemos hacer descubrirnos, a nosotros y descendientes de las costumbres y las tradiciones de la cultura tunecina en lo que se conoce como el complejo Dar Cheraït. Aquí, en el espacio dedicado al museo etnográfico, podremos ver diversas construcciones de las situaciones habituales o comunes, cotidianas, de la vida en Tunez, desde el interior de un hammam hasta los preparativos de uno de los rituales más importantes, una boda. Otro de los lugares cercanos es el parque temático antes comentado, donde tomando como eje principal esta obra universal, podremos divertirnos con sus diversas atracciones.
Por último, también en Tozeur, podemos visitar el Museo parque Chak Wak, lugar donde podremos descubrir diversos secretos de los dinosaurios.
En fin, viajar a Tunez no significa viajar a un resort y no salir de ahí. El país posee diversos atractivos para grandes y pequeños, atractivos que harán que su visita sea totalmente diferente a la que nos esperábamos.
Foto Vía: Neil Rickards