La ciudad de Seúl lleva casi 600 como capital de Corea, desde la época de la Dinastía Joseon, en el siglo IX. Muchas son las vicisitudes que ha sufrido desde entonces y hoy en día, como capital de la República de Corea o Corea del Sur, se ha convertido en una gran metrópoli y ciudad principal -administrativa, económica, social y culturalmente- de uno de los países con un mayor crecimiento en el sureste de Asia.
En la actualidad, son muchas y variadas las opciones de vuelos a Seúl, que la unen a las principales capitales del mundo, también gracias en parte a la celebración de grandes eventos internacionales en la ciudad durante los últimos años, como los Juegos Asiáticos de 1986, los Juegos Olímpicos de 1988 y el Mundial de Fútbol FIFA 2002 Corea, compartido con Japón, acontecimientos que, como se suele decir, pusieron a Seúl -y por extensión a todo el país- en el mapa.
El Río Hangang divide la ciudad en dos partes claramente diferenciadas: el norte, donde se encuentran los monumentos más importantes y las atracciones culturales de más interés, y la parte sur, más centrada en el comercio y la actividad económica. Seúl destaca, por un lado, por sus edificios históricos, religiosos y civiles, pero también por construcciones más modernas, como el Estadio de la Copa Mundial, el Edificio 63 y lugares como la Montaña Namsan, el Parque Nacional de la Montaña Bukhansan.
Si tenemos la oportunidad de pasar unos días en esta ciudad, también vale la pena visitar sus mercados, en los que encontraremos desde la más actual tecnología hasta los objetos más curiosos e inverosímiles; perderse por sus calles comerciales, admirar sus templos y visitar los alrededores, en los que encontraremos parques de atracciones (Seoul Land, Caribbean Bay y Everland) e imponentes fortalezas como Hwaseong de Suwon y la de la Montaña Namhansan.
Foto: Emmanuel Dyan