Hay ciertos aspectos turísticos que debes cumplir de manera imprescindible si tienes pensado viajar a Amsterdam. Todas las guías de viaje de esta ciudad te van a dar un montón de información sobre lo que tienes que hacer una vez que llegues a ella. A veces es tanta la información y tanto los sitios que te proponen visitar, que resulta un poco agobiante, especialmente si solo vienes para un fin de semana o unos días más. Si estás mirando ofertas en vuelos a Amsterdam online te queremos proponer lo que realmente debes hacer sí o sí, estés el tiempo que estés.
Una de las cosas que no te puede faltar en Amsterdam es conducir en bicicleta. Y no solo como medio de transporte, sino también para experimentar las sensación de ir en bici en una de las ciudades por antonomasia de este medio de locomoción. Hay muchas tiendas repartidas por toda la ciudad para alquilar una bici, aunque también puedes hacerlo en las estaciones de trenes, hoteles, etc… Solo pon un poco de cuidado a la hora de conducir, y listo.
Otra de las cosas que no te puede faltar es pasear en barco por los canales de la ciudad. No solo es una actividad pintoresca y diferente, sino que también es una oportunidad de ver Amsterdam desde otro punto de vista. Te recomendamos que primero pasees a pie por sus calles, sobre todo por el Barrio Rojo, con sus escaparates dedicados a la prostitución legal, sus bares y su ambiente, y luego lo hagas en barco. Así podrás apreciar las diferencias y los detalles que se pueden contemplar desde una u otra perspectiva.
Si has de visitar algún museo, lo más recomendable es entrar en el Museo Van Gogh y la Casa Museo de Ana Frank (el más famoso tal vez sea el Rijksmuseum, pero es inmenso y no te va a dar tiempo de verlo). El primero de ellos está dedicado, cómo no, a uno de los más grandes genios de la historia de la pintura; mientras que el segundo recrea los últimos meses de la vida de la pequeña Ana Frank. Antes de viajar a Amsterdam, puedes leer su libro para ir con una idea mucho más cercana.
Y, por último, no te olvides de probar algunas de las excelencias gastronómicas de esta ciudad, que pueden ir desde los arenques hasta las patatas fritas con infinidad de salsas. Todo ello, cómo no, acompañado de una Heineken o una Amstel, las dos cervezas holandesas por excelencia.