Poco podía imaginar Cristóbal Colón en 1493, año en el que llegó a estas costas, que Puerto Plata se iba a convertir unos siglos más tarde en uno de los principales destinos turísticos del Caribe. Hoy en día es, junto con Punta Cana, el más completo de la República Dominicana. Allí podemos encontrar playas de arenas doradas, más de cien kilómetros de costa, casas victorianas, hoteles, una naturaleza fascinante y un importante legado histórico y colonial.
Para aquellos que quieran mirar ya sus ofertas de vuelos a Puerto Plata les podemos decir que hay muchos atractivos en esta ciudad y sus alrededores. Uno de los imprescindibles es pasear por su Malecón, desde la Fortaleza de San Felipe hasta el Balneario de Colón en la Playa de Long Beach. Un recorrido hermoso y pintoresco de más de tres kilómetros para disfrutar del mejor ambiente de playa. El paseo frente al litoral caribeño nos llevará a conocer lo más moderno y tradicional de este enclave.
El origen de este Malecón hay que buscarlo en 1917, cuando surge la idea de construir un paseo alrededor de las playas. Sin embargo no sería inaugurado hasta algunas décadas después, concretamente en 1971. En la actualidad toda la avenida lleva el nombre de Gregorio Luperón, militar y político dominicano, presidente de la república entre 1879 y 1880.
Desde el Malecón se obtienen sin duda las mejores vistas del Atlántico. El color turquesa de sus aguas se combina con las rocas y los arrecifes, además de la exuberante vegetación circundante, compuesta sobre todo de palmeras y cocoteros. Si queremos pasear por él podemos comenzar desde el Parque Histórico de La Puntilla, donde se halla la Fortaleza de San Felipe, culminando en las estatuas de Gregorio Luperón y Antonio Maceo, antes de pasar por el Faro de Puerto Plata, erigido en 1879.
Por todo el Malecón hay un buen número de bares, tiendas y restaurantes para tomar algo en las terrazas, probar lo mejor de la gastronomía local o pasar un rato de compras.
Si bien Puerto Plata no tiene el tirón turístico de Punta Cana, tal vez sea esa tranquilidad relativa lo que lo haga más interesante. El buen ambiente popular que se respira en el Malecón es el indicio más claro de que estamos en un lugar con mucho encanto.
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