La colección de molinos de viento más grande de los Países Bajos se halla en la ciudad de Kinderdijk, cerca de Rotterdam, al sur de Holanda. Los 19 molinos de viento de Kinderdijk son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y se encuentran entre los destinos turísticos más importantes y visitados de los Países Bajos, sobre todo por aquellos turistas que tienen reservados hoteles en Amsterdam.
Los 19 molinos de viento de Kinderdijk han sido restaurados para albergar una auténtica y curiosa maravilla. Se construyeron durante el siglo XVIII para bombear agua hacia las tierras bajas desde el río Lek. A pesar de ser molinos de viento, también se les conoce como molinos de agua, ya que en realidad esa era su función.
Desde finales del siglo XIX, el drenaje de los pólder se hacía mediante vapor, por lo que los molinos de viento pudieron usarse perfectamente hasta la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, los trabajos de restauración han conseguido que cada uno de estos 19 molinos pueda estar de nuevo en funcionamiento en el 2010.
La entrada a estos molinos de viento es gratis. Veréis mucha gente paseando en bicicleta por los alrededores de estos molinos, que se pueden ver in situ o bien en un pequeño crucero por los canales. Sin embargo, para ver los molinos en acción os recomendamos que los visitéis cualquier sábado de los meses de julio y agosto, cuando las aspas de los molinos giran, siempre que el viento sea favorable.
Pero no sólo tenéis el interesante atractivo de la panorámica de los molinos de viento, sino que también disfrutaréis conociendo cómo era la típica vida dentro de uno de estos molinos hace cien años. El Centro de Visitantes, o Bezoekmolen, está abierto todos los días desde finales de marzo a finales de octubre, mientras que la fábrica abre todos los fines de semana de invierno.
Es posible caminar simplemente al borde del canal para ver los molinos, o también se pueden alquilar bicicletas , ya que el camino, como casi todos los de Holanda, es llano. De abril a septiembre, un pequeño barco sale del kiosko, cerca del aparcamiento de coches, para que podáis ver los molinos desde el canal.
Cómo llegar a Kinderdijk
Se puede llegar muy fácil a Kinderdijk a través del transporte público desde Rotterdam o Utrecht. Un autobús directo es el Lijn 90, Rotterdam-Kinderdijk, que en apenas 50 minutos hace el trayecto. Este autobús sigue hasta la estación de Utrecht, a la que llega en apenas una hora. Los viajes de regreso usan el mismo itinerario y trayecto.
También, desde los meses de abril a octubre, hay tres barcos diarios que parten desde Rotterdam hasta Kinderdijk.
Foto Vía Ardia