Isla es una pequeña población cántabra perteneciente al municipio de Arnuero, a unos 45 kilómetros de Santander. Se trata de una población volcada en el turismo, por lo que no habrá problema alguno en encontrar hoteles en Isla.
Uno de sus atractivos son sus magníficas playas, lugares a los que dedicaremos el post de hoy. Una vez lleguemos a Isla y superemos la oficina del CIT (Centro de Iniciativas Turísticas), es decir una pequeña construcción de madera situada en lado izquierda de la carretera, nos encontraremos de frente con su costa, una preciosa costa llena de playas.
Y es que Isla es de esos municipios que poseen gran variedad de playas a lo largo de sus límites marinos, playas que tienen cada una sus características propias y atractivo suficiente como para satisfacer a cualquiera de los visitantes que visiten la población. Las playas de Isla tienen todas en común la salubre y fina arena y las cristalinas aguas cantábricas, de muy buena calidad sanitaria que les ha llevado, a dos de ellos (las playas de El Sable y La Arena) a tener con orgullo la bandera azul otorgada por la Unión Europea. Todas las playas están dotadas con toda clase de servicios, desde buenos accesos, aparcamientos, un servicio de limpieza diario, vigilancia, duchas y socorristas.
En todas las playas que a continuación comentaremos podremos bañarnos sin problemas además de poder practicar diversos deportes náuticos y la pesca submarina y de superficie.
La Playa de La Cava, por ejemplo, está situado en el inicio de las Marismas de Joyel, lugar donde se encuentra el molino de las mareas. Esta pequeña playa es seguramente la más tranquila y relajante de todas. La Playa El Cándano es una hermosa cala con unos acantilados suaves. Aquí los amantes de lo natural podrán disfrutar de deportes acuáticos y actividades dedicadas a la familia.
La Playa de Los Barcos es llamada así por que a veces hace de pequeño puerto pesquero, pues está bañada por la Ría de Quejo. Cuando hay bajamar podremos ir desde aquí hasta Noja caminando. La Playa de El Sable es seguramente la más familiar, urbana y cómoda, pues protegida del oleaje y del viento es la que más se puede disfrutar con niños. La Playa de Arnadal también está protegida del viento pero de forma natural, por los acantilados, y se rodea de roquedos con formas caprichosas que le dan una imagen salvaje. Por último, la Playa de La Arena es seguramente la más bella de todas pues se encuentra en la desembocadura de la Ría de Castellano, en un hermoso entorno natural.
Foto Vía: Desmondrx