Una de las muchas sensaciones que os llevaréis de Florencia será la primera vez que tengáis frente a vosotros la magnífica Basílica de la Santa Cruz. La célebre Basílica de la Santa Croce, considerada una de las iglesias franciscanas más importantes de Italia, es admirada y visitada por su inestimable belleza y por albergar las tumbas de algunos personajes ilustres como Maquiavelo, Miguel Ángel o Galileo Galilei.
Situada en la céntrica Piazza della Santa Croce, muy cerca de la catedral y seguro que de vuestros hoteles en Florencia, se comenzó a construir a finales del siglo XIII. Aunque cuenta la leyenda que fue fundada por el propio San Francisco, su arquitecto original fue Arnolfo di Cambio, que comenzó las obras y las continuó gracias a los donativos entregados por las familias más ricas de la ciudad.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la fachada que hoy podemos ver data de mediados del siglo XIX, al igual que su campanario, construido en 1842. Sin embargo, la historia que encierra sus muros tiene un enorme valor. No en vano aquí se celebró en 1439 el Gran Concilio de Florencia, en el que se intentó poner fin a los diferentes conflictos que mantenían los cristianos católicos romanos y las iglesias ortodoxas.
Junto a la blancura de su belleza externa, hay que destacar sus 16 capillas laterales. Muchas de ellas cuentan con auténticas obras de arte, como los frescos pintados por el Giotto, Brunelleschi o Donatello que decoran sus paredes, así como otros lienzos y monumentos funerarios especialmente. También hay que visitar, sin duda, el Claustro Primo, construido por Filippo Brunelleschi a mediados del siglo XV, además del claustro interior, que pertenece a la misma época.
Y es que los 115 metros de longitud y 38 de anchura convierten a esta basílica en una maravilla. No en vano, es la iglesia franciscana más grande del mundo, y en la que posiblemente se encuentran más tumbas. En total dicen que hay algo más de trescientas, destacando sobre todo los monumentos funerarios de Miguel Ángel, Maquiavelo y Galileo Galilei.
A mí particularmente es una iglesia que me encanta, no ya solo por la sensación tan hermosa que os deja su fachada (en una plaza en la que suele haber siempre muchos artistas callejeros), sino por la gran cantidad de obras de arte que hay en su interior. Lienzos, esculturas y las tumbas de algunos personajes ilustres, la Basílica de la Santa Cruz es una visita imprescindible en Florencia.
Foto Vía Whole World Travel