Estas vacaciones elegimos la capital para realizar recorridos en ella. Su grandiosidad y amplitud hace que esconda miles de lugares, donde parques y jardines y grandes monumentos que perfilan una sociedad señorial y con mucha historia.
Los vuelos baratos a Madrid nos llevarán directamente al centro, pues que el aeropuerto, aunque algo grande y caótico, está muy bien comunicado por metro. Algo que se agradece al contrario de otras ciudades europeas a la que llegar a la ciudad vía tren o autobús con largos recorridos inacabables.
Cuando viajamos llegamos realmente cansados y queremos facilidades. Antes de coger un taxi, que suele ser bastante caro, es mejor un utilizar el transporte público, pero tiene que funcionar correctamente y sin largos correctos.
Desplazarse por Madrid es fácil y cómodo por su red de transportes. El metro nos lleva a cualquier parte y sólo cuesta 1 euro el billete. El centro más histórico, como Plaza del Sol, tiene su propia parada, donde hallamos esta singular plaza envuelta de un carisma especial.
Muy cerca, la Plaza Mayor es de obligada visita. Es grande y con una armonía arquitectónica sin igual. La Plaza Mayor es lugar de reunión de ciudadanos y turistas. Los bares milenarios que habitan en la plaza son el mejor lugar para hacer un tentempié.
Aquí se come divinamente, y es bastante típico degustar un bocata de calamares. Los hacen muy sabrosos y pequeños y los regamos con limón, al contrario de lo que se pueda pensar no está seco y es una combinación perfecta.
El Palacio Real puede verse desde fuera. Nos detenemos en los jardines que hay justo delante, un conglomerado de pasado y presente que queda dominado por un gran palacio. No demasiado lejos, los museos de arte son también el escenario de la capital. Recomendamos especialmente el de Reina Sofía, que ha sido ampliado recientemente.
Foto: zaqarbal
