Todos los países que conforman las Islas Británicas nos dejan un paisaje excepcional donde soñar despierto. Edimburgo, la capital de Escocia, no iba a ser una excepción. Y además, los vuelos con Ryanair llegan a la ciudad a diario y con precios muy baratos.
Playa, montaña, mucho verde y tabernas. Éstos son algunos de los adjetivos que definen a Edimburgo, pero hay muchos más. Una de las ventajas es que las zonas de interés están concentradas en un mismo espacio, por lo que podemos ir fácilmente andando.
Los barrios centrales son el Old Town y la New Town, donde convergen universidades, casas, iglesias, museos, monumentas de gran trascendencia… entre ellos destaca el Castillo de Edimburgo, de obligada visita.
Al estar en el centro no hace falta largas caminatas para llegar a él, sólo una cuesta algo empinada muy rápida. Desde aquí son impresionantes las vistas hacia toda la ciudad. Las exposiciones temporales y propias también son protagonistas del lugar.
Para hacer algo diferente siempre podemos ver la impresionante playa. Está algo apartada, por lo que llegaremos con autobús y luego tendremos que andar un poco. Pero vale realmente la pena por sus paisajes, especialmente en primavera. La playa de Escocia es bastante diferente a las que estamos acostumbradas a ver, en este caso de largas dimensiones y muy extensa.
Posteriormente, es el momento perfecto para tomar algún tentempié en las tabernas del paseo que rodean la playa. Siempre acabaremos con una buena cerveza. Durante los días de festivos, en estas tabernas tocan música en directo, con canciones populares escocesas. Es una interesante propuesta para acabar la jornada en la playa.
De vuelta a la ciudad, toca visitar museos como el de Escocia o el de la ciudad, con objetos típicos, muestras de sus trajes y explicaciones de su historia. Te encantará.
Foto: daniel_duce