Existen muchas maneras de hacer turismo, al igual que existen muchas actitudes distintas ante la vida. De esta manera, ¿por qué no plantearnos visitar un país como Ecuador centrándonos también en el su medio ambiente, uno de los más ricos y variados de América Latina?. Hoy en día podemos encontrar distintas opciones para nuestro vuelo a Guayaquil, uno de los destinos ecuatorianos más atractivos en este ámbito, y veremos que las opciones para los amantes de la naturaleza son casi infinitas.
Alrededor de esta preciosa ciudad encontramos áreas naturales como Cerro Blanco, Jardín Botánico, Manglares de Puerto Hondo, Zoológico El Pantanal, Río Guayas, Parque Histórico, las haciendas bananeras, cacaoteras, cafetaleras y, además, una interesante cultura local, las agradables playas de la llamada «ruta del sol», sin olvidar su capital importancia como puerta de entrada del flujo turístico hacia las Islas Galápagos y al resto del país.
Cerro Blanco es una de las pocas aéreas de bosque tropical seco del Ecuador, con una destacada presencia de especies en peligro de extinción como el jaguar, puma, mono aullador, venado de cola blanca, saíno y mapache come cangrejos, entre otros. Cuenta con un museo anfiteatro al aire libre, 4 senderos naturales, áreas de picnic y camping, y un centro de reproducción en cautividad, a sólo 20 minutos de la capital.
También vale la pena acercarse al Jardín Botánico, una verdadera joya para los aficionados a las especies vegetales, con árboles frutales y plantas ornamentales; exóticas plantas tropicales, palmas, nenúfares, orquídeas, heliconias, bromelias y cactus. Es un lugar especialmente interesante además para observar más de 73 especies de aves y más de 60 especies de mariposas, además de otros animales como armadillos o iguanas. El Estero es un cuerpo de agua salobre producto de la mezcla de las aguas dulces de los ríos Daule y Babahoyo y las aguas saladas del Océano Pacífico, y cuenta con un bosque de manglares integrado en la ciudad.
Foto: Julian Rotela Rosow