Brest, destino de cruceros en Francia

Brest

Hay ciudades que por su ubicación geográfica han estado desde siempre vinculadas con el mar. Brest es precisamente una de ellas. Ya los romanos construyeron aquí una fortaleza con el fin de controlar toda la zona, y en la Edad Media fueron los Duques de Bretaña los que fortificaron la población para defender el comercio marítimo que daba vida a la ciudad.

Hoy en día Brest es una ciudad francesa situada en la región de Bretaña, 600 kilómetros al oeste de París. Una pena que la mayoría de sus monumentos fueran destruidos durante los terribles bombardeos de la Segunda Guerra Mundial (no en vano fue la base de los submarinos nazis). A pesar de todo muchos de los cruceros todo incluido que recorren el norte de Europa hacen aquí escala para al menos recordar el esplendor marítimo que la ha acompañado desde siempre.

Una de las postales más típicas de la ciudad es la silueta de la Torre de La Motte-Tanguy, torre vigía construida en el siglo XVI para controlar el comercio marítimo a orillas del río Penfeld. Está situada frente al castillo y hoy alberga el Museo Antiguo de Brest. En él podemos ver una serie de maquetas con la Brest que nos podíamos encontrar antes de la Segunda Guerra Mundial.

Frente a ella, como os comentamos, el Castillo de Brest, el monumento más antiguo de la ciudad. Fue aquí precisamente donde los romanos construyeron su fortaleza y, con el paso de los siglos, el recinto se fue ampliando y reformando hasta su aspecto actual. Podemos visitar el interior, ya que hoy en día alberga el Museo de la Marina. En él descubriremos buena parte de la historia de Brest en su relación con el mar.

Hablando de museos, dentro ya de la ciudad una de las visitas culturales e imprescindibles que podéis hacer es al Museo de Bellas Artes. Reconstruido en 1964 tras la Segunda Guerra Mundial, alberga una magnífica colección sobre la historia de la pintura desde el siglo XVII a nuestros días, en la que destacan las obras de la escuela bretona, flamenca y holandesa. Cuadros en donde el hermoso paisaje de Bretaña es el principal protagonista.

Por último, otra de las imágenes simbólicas de esta ciudad: el Puente Recouvrance. Se encuentra sobre el río Penfeld, junto a la Torre de La Motte-Tanguy y el castillo y es, con sus algo más de 87 metros de longitud, el puente levadizo más largo de Europa. Levantado sobre cuatro postes de 64 metros de altura, fue construido en 1954.

A todo esto hay que añadirle las playas, acantilados y magníficos paisajes que rodean a la ciudad. Por su carácter comercial, Brest siempre se le ha asociado un componente industrial. Sin embargo, es un enclave con mucha historia y belleza por descubrir.

Foto Vía Boa Lingua