El pirineo aragonés está cargado de belleza y lugares espectaculares de gran valor. Tanto en invierno como en verano, nos deja paisajes verdes, montañas altas, pueblos con encanto y rincones donde practicar deportes de aventura.
Las estaciones de esquí son numerosas y llenan a deportistas durante los meses de invierno. Sin ir más lejos, el esquí en Astún es de gran importancia, gracias a su estupenda estación, una de las más grandes y bien acondicionadas.
La estación de esquí de Astún se encuentra dentro de diversas montañas, lo que favorece no sólo la práctica del esquí sino también del snowboard, de deportes de aventura y los relacionados con la nieve. No en vano, su importancia también se debe a que en ella se han realizado destacadas competiciones deportivas de alto nivel, tanto internacional como nacional.
Pero, además de practicar deporte en su estación, el valle donde se encuentra Astún engloba otros lugares de interés. Es concentración de iglesias y monumentos románicos donde poder hacer rutas por los pueblos de alrededor, como el montasterio de Abós, el castillo de Candanchú, de Canfranc…
O la visita a la ciudad de Jaca, muy cerca de la estación de esquí donde podemos gozar de su catedral, la iglesia medieval, el convento y rincones de singular belleza.
Una vez de vuelta a la estación siempre podemos aprender a esquiar o a subir de nivel en su famosa escuela o alquilar el material necesario. Pistas grandes, pequeña, largas, remontes para diversos esquiadores, telesillas modernos, áreas de restauración y un sinfín de actividades para toda la familia componen las características de la estación.
Además, es perfecta para pasar las Navidades o bien Fin de Año, por sus diversos eventos y por alojarnos en estupendas casas rurales muy coquetas, con piedra, madera y todo el confort que necesitamos.
Foto: gaudiramone