Altea es un municipio de la provincia de Alicante, destacado por sus atractivos turísticos, fundamentalmente sus playas y algunos monumentos muy interesantes. En la ciudad se han hallado restos íberos y romanos, dando testimonio de su antigüedad, y tiene un casco histórico de gran belleza, desde el cual, además, se puede disfrutar de bonitas vistas, ya que se encuentra elevado sobre una colina.
La oferta de hoteles en Altea es variada y de calidad, así que es bastante asequible pasar unos días en el corazón de la Costa Blanca, disfrutando de un fantástico microclima y alejados del estrés de la vida diaria. Los monumentos más importantes que podemos admirar en la ciudad son, principalmente, edificios religiosos, como la Iglesia Monasterio de las Carmelitas Descalzas, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, uno de sus puntos más característicos gracias a sus preciosas cúpulas.
Junto a ella, encontramos la zona llamada «el fornet», la más histórica de Altea, repleta además de restaurantes, terrazas y locales de ocio. También vale la pena visitar la Torre de la Galera, la Torre de Bellaguarda y el Palau Altea, o recorrer el Paseo Marítimo, donde podremos degustar, por ejemplo, una auténtica y deliciosa paella o simplemente disfrutar del ambiente marinero de este antiguo pueblo de pescadores.
Frente a la playa de la Olla existe un pequeño islote que suele atraer a numerosos navegantes. Es esta una de las actividades más típicas de la zona, ideal para la práctica de deportes náuticos. Otras playas destacadas son la de Cap Negret, el Mascarat, que acoge el Puerto Deportivo, ya junto a la vecina localidad de Calpe; Cap Blanch o La Roda, ubicada justo en el casco urbano de la ciudad. Desde aquí podemos organizar además visitas a otras zonas de la Costa Blanca y el espléndido paisaje del interior, dominado por los cultivos de naranjas y nísperos, los más extendidos por estas tierras.
Foto: Edd Turtle