Tailandia es un país que desgraciadamente cada vez más se asocia a un tipo de turismo poco ético. No obstante, a la vez, es un país lleno de sorpresas, cultura, historia y rincones únicos en el mundo. Si nos vamos de vacaciones Tailandia lo descubriremos, dejémos las grandes ciudades a un lado y aproximémonos a lugares únicos.
Hoy proponemos una visita a Chiang Rai, la ciudad situada más al norte del país. Se trata de la puerta de entrada a una región de colinas místicas, una historia y culturas fascinantes, así como una tierra de rica exuberancia frutal. Se trata de la introducción al conocido y misterioso Triangulo de oro.
De hecho, Chiang Rai ocupa un importante papel en la historia de Tailandia. Chiangsen, la primera capital del norte del reino fue levantada en el siglo XIII, concretamente en el año 1292. Aún así, Chiang Rai se convertiría al cabo de pocos años en la ciudad más grande, aún Chiang Saen es uno de los distritos más importantes a tan sólo 60 kilómetros al norte y sobre el río Mae Khong.
Entre los recuerdos y testimonios de esta era, de la era de Chiang Saen, seguramente los más importantes y admirados, interesantes y misteriosas, son las figuras de Buda talladas en aquella época. De hecho, la imagen de Buda de Chiang Saen es considerada como la escultura más perfecta de las imágenes de Buda -ahí es nada- y posee un valor inestimable, que no se puede contar en monedas, entre los obejtos más sagrados del budismo de Tailandia.
El templo más conocido y sagrado de Chiang Rai es Wat Phra That Doi, que a su vez está ubicada en la montaña más alta de la provincia, a 200 metros de altura sobre el nivel del mar, la montaña Doi Tung. Podemos comprovar que el templo posee una reliquia sagrada de Buda por la cantidad de peregrinaciones que se dan por parte de los devotos de Buda.
En fin, un lugar para perderse y conocer, para ver una de las partes más auténticas de Tailandia.
Foto Vía: Steven W. Belcher