Benalmádena es una de las ciudades más frecuentadas por turistas y viajeros de toda procedencia en la Costa del Sol malagueña. Como tal, cuenta con unas excelentes infraestructuras para el visitante, así como un puerto deportivo y todo lo necesario para pasar unas vacaciones agradables en una de las regiones más atractivas de Europa. Su cercanía a la capital y a muchos otros enclaves turísticos de la costa hacen que alojarse en un hotel de Benalmádena sea una de las mejores opciones posibles para conocer la zona.
Además de sol y playa, la ciudad cuenta con un patrimonio y unos monumentos dignos de ser visitados, como la Cueva del Toro, yacimiento prehistórico con más de 15.000 años de antigüedad; el yacimiento fenicio de La Era o el de Los Molinillos; las torres vigía de Torremuelle, Torre Quebrada y Torre Bermeja; el Castillo de Colomares, monumento en homenaje a Cristóbal Colón; la Plaza de España del núcleo urbano de Arroyo de la Miel, del s. XVIII o el Ventorrillo de la Perra, una venta construida en el siglo XVIII que mantiene el ambiente de la época de Carlos III.
Si vamos en familia, lo ideal para pasar nuestro tiempo libre en la ciudad es visitar alguno de los entretenimientos disponibles, como el parque de atracciones y espectáculos Tivoli World, el Acuario Sea Life Benalmádena, el delfinario y pingüinario Selwo Marina, o el teleférico que une el centro de Arroyo de la Miel con la cumbre del monte Calamorro, que cuenta con excelentes vistas del Mediterráneo, Gibraltar o incluso las cumbres africanas del Atlas.
En las montañas situadas en los alrededores de la ciudad podemos practicar el senderismo y descubrir su naturaleza típicamente mediterránea, además de observar, si tenemos suerte, algunos ejemplares de su fauna, como cabras montesas, ginetas, reptiles o aves rapaces.
Foto: cranneyanthony