Cataluña es famosa por sus pueblos costeros, el modernismo y, sobre todo, por lanzar a grandes chefs internacionales que ofrecen excelente gastronomía para paladares exigentes.
Por ello hay un sinfín de restaurantes de prestigio donde comer diversas especialidades. Con el fin de vivir de cerca este tipo de turismo gastronómico, reserva tus billetes de avión para el verano en cualquiera de las localidades y abre el apetito, suculentos platos te esperan.
En la Costa Brava es tradición comer toda clase de platos marineros, junto a la playa. El arroz caldoso con pescado, el bacalao a la llauna, la paella marinera que mezcla mar y montaña y el pescado fresco son bastante típicos.
En esta zona encontramos algunos restaurantes de prestigio, como el de Ferràn Adrià, que pronto cerrará sus puertas para dedicarlo a un lugar de experimentación gastronómica. El cerdo y la ternera típica de Girona son también muy apreciadas. Todo ello se puede mezclar con las mejores verduras y legumbres de la zona, siempre a la brasa, como las alcachofas, la escalibada (a base de pimiento verde o rojo asado), las patatas al caliu con all i oli o las judías de tamaño pequeño.
No podemos dejar de tomar, como tentempié, aperitivo, desayuno o merienda el pan con tomate y embutidos de cualquier zona. El fuet de la comarca de Osona es uno de los más conocidos. Por otra parte, el queso de cabra y vaca del Pirineo ha recibido varios premios por su exquisito sabor.
En la comarca del Garraf, donde se halla la población de Sitges, entre otras, degustaremos el Xató. Se trata de una ensalada con escarola, bacalao troceado, olivas negras, cebolla y el secreto mejor guardado: su salsa. Muy parecida a la de los calçots, otro plato típico, sobre todo en las comarcas del Sur de Tarragona.
