Encerrado entre dos de las más altas cordilleras peruanas, el Callejón de Huaylas posee los picos nevados más altos del país, lagunas de diferentes colores, glaciares, restos arqueológicos y ejemplares muestras de una cultura viva que además de desafiar al paso del tiempo, encantan a los miles de turistas que se acercan a él, año con año.
Y no es para menos, la conjunción de geografía y riqueza cultural han hecho que para muchos la palabra “aventura” quede corta para lo tanto que se puede hacer en este lugar.
Así, este callejón ha sido formado por la erosión que formase el río Santa, formando hoy en día un valle interandino que fluye entre dos sistemas imponentes de cadenas de montañas, por un lado la cordillera Negra y por otro, la Blanca.
La primera, al este, posee picos de más de cinco mil metros y la segunda, al oeste, con más de seis mil metros y 35 picos entre ellos el Huascarán, el punto más alto del Perú con 6,768 msnm.
También es interesante el recorrido por los diferentes pueblitos que se sitúan en el Callejon, como por ejemplo el de Recuay que a decir verdad es la puerta de ingreso del mismo. Este es un pueblo bastante acogedor con calles estrechas y unos tejados bastante característicos de los pueblos andinos, muy cerca se encuentra las ruinas de Pueblo Viejo y también los baños de Burgos.
Otros pueblos interesantes son Huaraz, Carhuaz, Yuangay y Caraz donde se goza de un clima fenomenal.
Es importante comentar que a lo largo de estos se encuentran diferentes baños termales y lagunas y la mejor época para ir va de abril a noviembre ya que se presentan lluvias entre diciembre y marzo.
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