Una escapada a Barcelona es siempre una aventura diferente. La ciudad del modernismo y la multiculturalidad destaca por su historia, y claro está por su arquitectura. Los vuelos a Barcelona hacen que lleguen una gran cantidad de compañías aéreas a la ciudad y los viajes son más cómodos y rápidos.
Si nos centramos en las plazas de esta hermosa ciudad, destaca la Plaza Cataluña, el eje neurálico de la que parten las Ramblas hacia abajo y rambla cataluña y el eixample por arriba. La plaza es destino de conciertos y de la celebración de la entrada del año nuevo, entre otros actos.
La Plaza España es un lugar de paso. Nos lleva del centro, pasando por Gran Vía, hasta Hospitalet. Esta plaza nos hace llegar hasta la montaña de Montjuïc y al paseo María Cristina donde se encuentra la Fira de Barcelona y algunos museos.
En el barrio gótico se concentran algunas de las plazas más emblemáticas, como la plaza Real llena de pórticos y palmeras y un encanto especial. Los restaurantes y los bares son la tónica habitual de este lugar, que reúne una gran cantidad de turistas y ciudadanos de todas las edades.
La Plaza San Jaume, en la misma zona, se jacta de unir a dos edificios muy emblemáticos. A un lado, el Ayuntamiento de Barcelona y en frente, el Palau de la Generalitat, ambos con gran cantidad de ornamentos arquitectónicos de primer nivel.
La plaza del Rei es de reducidas dimensiones y muy coqueta. Disfruta en verano de los conciertos al aire libre. No menos importante es la plaza de la Catedral donde es común que «collas» de sardanistas se pongan a bailar en domingo. Durante las Navidades, se celebra la feria de Santa Llúcia con un montón de paradas donde comprar árboles, belenes, panderetas, e, incluso, artesanía.
Foto: radamantis